Fue uno de los momentos más tensos de los últimos tiempos. Un importante despliegue policial acudía hasta la casa que ocupaban Sandra Fernández de Villavicencio y su hijo de seis años para ser desahuciados. El patriarca de la familia, el marqués de Larios, cortaba por lo sano la complicada relación con su hija y la 'invitaba' a abandonar la mansión situada en La Moraleja. Un durísimo revés que Sandra trataba de encajar de la mejor forma posible. Ahora, ya fuera de su hogar, se pregunta qué será de su vida y de la del pequeño...

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El marqués de Larios desahucia a su hija Sandra y su nieto de su casa de La Moraleja

Sandra Fernández de Villavicencio

No tengo techo ni sé qué será de mí”. La situación no se ha puesto fácil para Sandra Fernández, hija de José Carlos Fernández de Villavicencio y Eleta, marqués de Larios. La joven debía abandonar su casa con lo puesto después de que su padre la desahuciase junto a su hijo Kenzo, de seis años. Hasta el lugar se trasladaba también Eva Frommer, madre de Sandra, dispuesta a echar una mano a su hija y su nieto. “Es una situación vergonzosa”, declaraba a los medios presentes.

Sandra ya se había resistido en una ocasión al desahucia, gracias a sus perros, que frustraron la entrada de la policía. A la segunda, no pudo contenerlos. Cuatro vehículos, una furgoneta, el equipo judicial, varios miembros de seguridad privada y los cerrajeros se personaban en el domicilio para obligar a la heredera del marquesado a marcharse de la propiedad. Su padre considera que, habiendo cumplido ya los 30, no tiene motivos para seguir manteniéndola en la casa. Tampoco a su nieto.

Ahora, horas después, Sandra y Kenzo se resguardan en casa de unos amigos de su madre, ha confesado a El Español. No sabe por dónde tirar, ni qué hacer. Ha tratado, como ya ha explicado en diversas ocasiones, de ponerse en contacto con su padre pero sin éxito alguno. “Mi padre no se ha dignado a atender nuestras llamadas”, explicaba a la periodista Beatriz Cortázar en ABC. “Ha mandado a su abogada. No ha venido ni el fiscal de menores, ni un asistente social”. Tan solo acudió un fuerte despliegue policial.

“Es lo que él solicitó para que los medios no pudieran grabar la escena de su hija y su único nieto saliendo de su casa”. Tras haberse separado de su primera mujer, el marqués de Larios y su hija Sandra comenzaron a mantener una relación difícil. Se acusaron mútuamente hasta puntos insospechados. El marqués señalaba al ritmo de vida de su hija mientras esta acusaba a la familia paterna de haberla marginado debido al origen judío de su madre.

Por el momento, Sandra y su hijo permanecerán en casas de amigos mientras encarrilan su vida. En la mente de la heredera, poner todo esto en manos de la justicia. Veremos qué ocurre en las próximas semanas.