Este 2017, Isabel Pantoja necesita liquidez, porque cada propiedad que tiene o a la que está vinculada le genera unos gastos enormes. O mejor dicho. Le sangran, directamente. Esta semana salía a la luz su decisión de vender Cantora por 7 millones de euros. Quiere emprender una vida nueva en Madrid y para sufragar esta nueva etapa necesita quitarse lastre y recuperar dinero.

Además de la parte de Cantora (del 47% y que pertenece a su hijo Kiko) que tiene un embargo preventivo ordenado por Hacienda, la tonadillera se ha encontrado ahora con un nuevo quebradero económico de cabeza y tiene que ver con el piso que ha heredado del cantante Juan Gabriel. El 'divo de Suárez' fallecía a finales de agosto dejando, según contó en 'El Hormiguero', a Isabel sumida en la tristeza por no haber podido despedirse de él. Tras hacerse público su testamento, el cantante le dejó a la Pantoja un pisazo en el centro de Madrid, en la zona de Chueca y frente al mercado de San Antón. Un inmueble de 9 habitaciones distribuidas ende 231 metros cuadrados valorado en un millón de euros. Un detallazo por tantos años de amistad, pensábamos hasta ahora. Sin embargo, según ha publicado Vanitatis, se trata de un regalo 'envenenado'. El piso que dentro de unos meses será de Isabel Pantoja tiene una hipoteca abierta y le supondrá no pocos gastos debido al impuesto de sucesiones. La hipoteca data de 2000 y por un valor de 240.000 euros aunque, transcurridos los años debe haberse liquidado unas tres cuartas partes. Realmente, lo importante es el impuesto de sucesiones. Y os podemos asegurar que le debe haber hecho sudar al calcularla. Pues, en concepto de este impuesto, los pagos de un inmueble como éste valorado en un millón de euros rondarían los 350.000 euros.

El piso de Chueca cuenta con una buhardilla en el mismo edificio sin cédula de habitabilidad pero, si lo registrara (y eso supone un desembolso extra), podría sacarle rentabilidad vendiéndolo o alquilándolo.

Herencia de Juan Gabriel