¡Ya les tenemos casados! El pasado 19 de mayo el mundo entero contuvo el aliento al ver al príncipe Harry decir a Meghan: “¡Estás increíble! Qué suerte tengo”, tras morderse el labio. Ahora ya como marido y mujer, toca arrancar la vida marital, ¿y qué es lo primero? Conocer algo más de su nidito de amor.

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Se trata de una ‘casita’ con muchísimo encanto. Que su pequeño tamaño, unos 125 metros cuadrados, no os confundan, pues es una de las propiedades más queridas de la familia real británica. Y es que esta encantadora casa de campo es sinónimo de nuevos comienzos y eso siempre llena de alegría un espacio. No obstante, fue, durante dos años, la casa que Guillermo y Kate compartieron nada más casarse.

Construida hace 300 años, está muy cerca del jardín de flores que se dedicó a Diana en el Palacio de Kensington tras su muerte, y donde su hijo quiso hacer pública su decisión de casarse con Meghan Markle.

La pareja ya llevaba instalada en la casita desde hacía unos meses, por lo que tampoco habrá un gran cambio en su vida.

A los duques de Sussex no les esperan demasiados lujos en esta vivienda de 2 dormitorios perteneciente al descomunal Kensington Palace. Además, posee un baño y un saloncito y un hall, más un jardín privado. Habitualmente es calificada con el adjetivo “cosy”, que se refiere a acogedor, y así lo es. Tan cómodos están que no desean abandonar, al menos de momento, este primer hogar que han hecho suyo.

Al príncipe Harry le unen muchos recuerdos a esta residencia, pues fue, durante los primeros años de su infancia su casa. Ahora regresa a ella para formar su propia familia.