Que a María José Campanario y Jesulín de Ubrique no les gustan los periodistas ya lo teníamos bastante claro, pero su enemistad con la prensa ha traspasado su propia intimidad. Ahora, en uno de los años más duros para la odontóloga en los que ha sido ingresada repetidas veces, esta guerra también están tomando parte sus vecinos que se sienten incómodos de que la expectación que provoca el matrimonio atraiga constantemente a cámaras y periodistas alrededor de sus casas.

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Un momento inevitable

Ante la multitud de quejas que han recibido de sus vecinos, Ubrique y Campanario habrían solicitado al Ayuntamiento de su municipio, Arcos de la Frontera (Cádiz), que convierta su urbanización en una zona privada. De este modo, los únicos que podrían acceder a ella serían los vecinos y evitarían que los paparazzis rondaran por sus calles. Un gesto que, todo hay que decirlo, no agrada a todos los residentes de la lujosa Arcos Garden.

Al enterarse de ello y después de que un reportero de Sálvame se acercara hasta la finca a comprobar si se podía entrar (y, efectivamente, el guardia no le dio permiso a pesar de no tener concedido el permiso del Ayuntamiento), Belén Esteban ha sacado su ironía a relucir. "Yo alucino con todo esto. Si quieren vivir en un sitio privado que se vayan a 'Ambiciones' que tiene verja", decía la madre de Andrea. "He ido al ayuntamiento de mi pueblo y he dicho que quiero una valla en mi calle y en la perpendicular", decía con sorna la colaboradora.

A esto se sumaba una información que revelaba María Patiño: "Varios vecinos de Campanario no quieren que su urbanización sea privada", aseguraba la colaboradora. De hecho, añadía que en concreto "hay una vecina que quiere dejar constancia de que esto ocurre desde hace años, y ellos se beneficiaban. Pero los vecinos viven situaciones nada cómodas por Campanario y Jesús". Insinuando que, tal vez, muchos vecinos piensen que los que deberían abandonar la urbanización son el matrimonio y, como sugería Belén Esteban, mudarse a una casa con valla o sin vecinos.