Segundas partes sí pueden ser buenas. Sobre todo, cuando uno vuelve con más experiencia, más conocimiento y una actitud renovada. Así se encuentra Gloria Camila en estos momentos. La hija de Ortega Cano quiere retomar sus estudios tras su paso por Supervivientes y lo hace con más ilusión que nunca. Sin duda, un propósito estupendo que le va a reportar muchas satisfacciones.

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Lo intentó hace dos años pero no era el momento adecuado. No es la primera vez que Gloria Camila decide estudiar. La joven ya se matriculó para formarse en moda y diseño en una prestigiosa escuela de Madrid hace un par de años. Lo hizo junto a Ana María Aldón, la pareja de su padre, José Ortega Cano. Pero mientras esta sí continuó con la formación, la ex superviviente prefirió pasar de la teoría a la práctica, como ella misma dice, y montar dos negocios que no terminaron de salir bien.

“Empecé a estudiar Diseño de moda en Madrid hace dos años, pero a mitad de curso lo dejé”, ha explicado en Outdoor. “A día de hoy he vuelto a la universidad. Empieza ahora el curso y estoy muy ilusionada porque me encanta la moda”. Gloria se ha instalado en la capital con su novio, Kiko, y ambos tienen muchos planes de futuro -además de la ya tan comentada boda que comenzaron a preparar durante el reality-.

“Quiero ir como una más a clase”, confiesa Gloria. “Estudiar para tener una base y no ser una niña de papá ni de mamá”. Pese a su juventud, ya sabe lo que significa montar y negocio y que las cosas no funcionen lo bien que uno espera. “Yo tenía 19 años y me enfrenté al mundo del comercio que es muy complicado”, ha relatado. “Tenía claro que no había fracaso principalmente porque he aprendido mucho más que otras niñas de mi edad que ni siquiera lo intentan”.

Gloria ha vivido la moda en casa, de mano de su madre, Rocío Jurado. Aunque tiene muy claro que lo suyo viene de cuna. “Los estilismos que lucía mi madre a mí me encantan y es verdad que, a veces, te inspiran, pero mi pasión parte de que a mí me encanta dibujar”, puntualiza. “Conozco algunos diseñadores de mi madre como Antonio Ardón”. Gloria tiene muy clara su vocación y piensa luchar hasta el final para conseguirlo.

“Ahora mismo solo me voy a centrar en estudiar, pero luego, en un futuro, sí me gustaría quizá ser diseñadora o estilista”. Kiko, por su parte, también tiene ganas de retomar viejos proyectos y piensa centrar su carrera en el deporte, que es algo que le apasiona. Juntos, residiendo en Madrid, saben que les va a suponer mucho esfuerzo pero vienen preparados tras su estancia en la isla. Gloria y Kiko estrenan nueva vida. ¡Mucha suerte, chicos!