Hace algo más de un año que abandonó las pasarelas, pero no los trabajos publicitarios con marcas de moda y belleza para las que presta su imagen. Hace unos días, -el pasado 16 de diciembre- protagonizaba una sesión de fotos para la marca de productos capilares Pantene, con el prestigioso fotógrafo Mario Testino. Gisele lucía una envidiable silueta enfundada en un bañador azul eléctrico. Y fue su exuberante y tonificada retaguardia la que terminó robando todo el protagonismo a su preciosa melena. La modelo subió a su cuenta oficial de Instagram junto a estas fotos en bañador, otras en las que luce unos ajustadísimos pantalones de cuero rosa fucsia, provocando los rumores de un posible implante de glúteos.
La brasileña siempre ha confesado que no se ha sometido a ninguna operación de estética, porque no ha tenido la necesidad de recurrir al bisturí, y aboga por la belleza natural. Sin embargo, la prensa norteamericana captó unas imágenes de la modelo entrando en un centro estético especializado en aumento de pecho.
No hay duda de que la maniquí no escapa a los rumores de retoques. Algunos han comentado que también se habría modificado la nariz. “Cuando empecé en el mudo de la moda todos me decían que tenía la nariz grande”, ha dicho.
En esta ocasión, Gisele Bündchen no ha entrado al trapo, de confirmar ni desmentir tal información. Lo que es evidente es que luce orgullosa un trasero envidiable a sus 36 años. La buena alimentación y el constante ejercicio físico que practica, como el boxeo o el yoga, ayuda a que luzca esta bonita silueta. De hecho, algunos la han calificado como la modelo jubilada más rentable.