Es la primera vez que los duques de Cambridge, Guillermo y Kate, se hacen acompañar de sus dos hijos, George y Charlotte, en un viaje oficial. Ha sido a Canadá, donde la familia al completo ha sido recibida a los pies del avión por el primer ministro Justin Trudeau y su esposa, Sophie. Para la princesita Charlotte este ha sido el primer viaje transoceánico, pues su hermano, el príncipe George, ya viajó con sus padres a Australia cuando aún no había cumplido un año.

Y como suele pasar en estos casos, siempre que hay niños pequeños estos se convierten en protagonistas. George, muy comedido -aunque su madre dice que es muy travieso-, llevaba pantalones cortos azul marino, camisa de cuadritos y jersey en azul de la firma española Pepa & Co. Los calcetines, también de una conocida marca española (Cóndor), azul marino y zapatos 'de chico mayor' con cordones negros. Su hermana llevaba un vestidito de flores, con cuerpo de nido de abeja y un lacito en el pelo a juego con los zapatos de color azul. La duquesa explicó a su llegada que sus hijos "estaban encantados cuando se enteraron de que iban a dormir en un avión".

Kate Middleton eligió un estilismo en azul, con vestido de Jenny Packham y sombrero de Lock & Co. en el mismo color, zapatos color nude y, como detalle, un broche con la hoja de arce (símbolo de Canadá) en el pecho. En su viaje a Australia también hizo ese guiño al país anfitrión, con un broche que representaba una rama de un árbol australiano.

La anécdota la puso, una vez más, el príncipe George. El primer ministro Justin Trudeau se agachó, rodilla en suelo, y le puso la mano para saludarlo en plan 'choca esos cinco'. Pero a George le entró la timidez y no respondió al gesto. Quizá en su educación como futuro heredero a la Corona británica no figura el plebeyo 'give me the five'.