No podían abandonarlo. Los primeros en visitar a Fran Rivera han sido sus compañeros de profesión. Toreros de la talla de Juan José Padilla o José Mari Manzanares eran los primeros rostros conocidos en interesarse por el estado de salud del torero, que sufrió una gravísima cogida por asta de toro en plaza de Huesca.

El diestro, que fue operado en la misma enfermería de la plaza ya que no podía ser trasladado en su complicada situación, regresó a los ruedos esta primavera tras un retiro que tan solo duró unos meses. El torero deseaba retomar su profesión, con todo el peligro que esta entraña.

Tras la intervención, que duró aproximadamente hora y media, se le llevó al hospital San Jorge, donde ha permanecido en cuidados intensivos hasta que ha sido trasladado a la clínica Quirón de Zaragoza, por su expreso deseo. Será ahí donde se reúna con su mujer, Lourdes Montes, quien, hay que recordar, está embarazada y a punto de salir de cuentas, puesto que la fecha que los médicos habían dado a la pareja era el 20 de este mes.

De los pocos datos que se conocen sobre su estado de salud es que aún permanece muy grave, aunque hay que valorar positivamente que el torero no ha presentado fiebre, lo cual es signo de que no se ha producido ninguna infección.

Ya en Zaragoza, donde lo espera Lourdes, es más que probable que reciba la visita de otros amigos y familiares, impacientes por conocer de primera mano cómo se encuentra Fran y poder darle en persona todos sus ánimos.