Francisco Rivera Ordoñez ha visitado este martes el plató de ‘El árbol de tu vida’ de Antena 3. El diestro se ha sentido muy cómodo junto a la presentadora del programa, Toñi Moreno, y no ha dudado en sacar a relucir su lado más íntimo y personal. Haciendo un recorrido por sus orígenes, el torero se ha sometido al examen vital confesando una multitud de anécdotas y secretos de su pasado. Entre otras cuestiones, la herencia de “Paquirri” ha sido uno de los temas a comentar durante su estancia en el espacio televisivo.

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“Es algo indignante, vergonzoso y triste”, ha declarado Rivera en referencia a los objetos personales que su padre les dejó tanto a él como a su hermano Cayetano y que pasados 32 años de su fallecimiento todavía no han podido recuperar debido a que Isabel Pantoja se niega a entregárselos. “Sabe que tendrá una conversación allí arriba con mi padre. No me gustaría estar en su pellejo cuando se le encuentre, pero esperamos que sea dentro de mucho tiempo”, ha sentenciado refiriéndose a la tonadillera.

Cabe recordar que su madre, Carmina Ordóñez, como el mismo y su abuelo, Antonio Ordóñez, en nombre de Cayetano, que era menor de edad, llevaron a los juzgados este asunto y la justicia les dio la razón, obligando a la cantante de copla a devolverles dichos enseres. Sin embargo, la sentencia nunca se ejecutó, razón que atribuye a la buena relación que mantiene con su hermano Kiko Rivera: “Si no fuera por mi hermano Kiko, que no tiene la culpa de nada, ejecutaríamos la sentencia contra ella, pero por él no lo hacemos”.

Precisamente hablando de su madre, Francisco ha revelado lo difícil que fue ser hijo de una mujer como Carmina Ordóñez. Con el rostro visiblemente emocionado, la recordó y reconoció lo complicada, pero “maravillosa”, que fue la vida que llevó junto a la ‘divina’.

Asimismo, el matador de toros recibió la visita de su hermano Cayetano y de su mujer Lourdes Montes en el plató, con los que rememoró mediante fotografías de su infancia muchas vivencias. Entre ellas, ha llamado la atención los instantes con su abuelo Antonio Ordóñez, con el que ha confesado que tuvo pequeñas riñas ya que el maestro creía que su nieto no triunfaría en el mundo del toro. A pesar de esto, Francisco Rivera Ordóñez ha admitido tener predilección por él.