Fernando Tejero ha dicho una verdad como un templo, por muy poco modesta que suene. “Por muy repelente que esto sea, si no llegamos a estar Loles y yo, en MasterChef Celebrity ¿de quién se hubiera hablado?”. Pues es verdad. Sin menospreciar al resto, los dos actores fueron la verdadera sal del talent culinario.
Está claro que Miguel Ángel Muñoz nos parecía adorable, que Cayetana Guillén Cuervo era una compañera intachable o que Virgina Troconis era la imagen misma del esfuerzo, pero a quienes queríamos ver enfangados, lanzándose pullas y sudando la gota gorda eran a los actores de ‘La que se avecina’. Además, entre ellos había una química especial, la que se da cuando has trabajado mucho tiempo con una persona y le tienes cogido el paso. Y ellos saben cuánto pueden apretar al otro. Así, los dos ofrecían verdaderos shows en cocinas. Y es que quien ve la versión celebrity de este concurso lo que busca es, ni más ni menos ENTRETENIMIENTO. Y ellos lo brindaban cada noche en bandeja de plata.
“Yo como espectador, en mi casa, y sé diferenciar lo que es televisión de lo que no es. Señores, esto es un programa de televisión, es un MasterChef de celebritys. Tiene que estar el gruñón, la no gruñona, la simpática, a la que se le mete el flequillo en los ojos… y, evidentemente, no voy a desvelar mucho más pero el programa se tarda en grabar seis u ocho horas, eso se queda en hora y media; evidentemente cortan y pegan donde a ellos les favorece de cara a la audiencia”, ha contado a Javier Cárdenas en ‘Hora Punta’, donde también ha dicho que él fue a ganar, por lo que no conseguirlo fue un chasco. “Dejé a un lado que fuera un programa de televisión, donde lo que prioriza es la audiencia, porque yo fui a por todas, fui a ganar”.