Harry y Meghan ya advirtieron a los invitados de su boda que en lugar de regalos preferían que hicieran donaciones a una serie de ONGs de su elección. Sin embargo, algunos de ellos, quisieron tener un detalle con los novios, entre ellos la reina de Inglaterra. Pero lo que no sabían es que viene con sorpresa. La abuela de Harry les ha dado una casa dentro de su propiedad de Sandringham, York Cottage, pero ¡viene con fantasma!

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¿Qué pasa cuando te regalan una casa que tiene más de 200 años? Pues que además de un probable problema de tuberías viene con fantasma. Sí, la casa que la reina Isabel le ha regalado a su nieto Harry y Meghan Markle por su reciente boda tiene un inquilino de lo más inesperado.

Durante la segunda mitad del siglo XIX, la casa estaba habitada por el duque de Clarence, conocido como el príncipe Eddy, su nombre completo era Alberto Víctor. Murió en la casa a la edad de 28 años de una neumonía y su madre, la reina Alejandra, siguiendo la tradición de la época decidió conservar su habitación como una especie de santuario. Rellenaban la jarra de agua, cambiaban la pastilla de jabón cuando empezaba a cuartearse.

Quizá por eso la casa dejó de estar habitada durante mucho tiempo y aunque pasó a manos de la actual reina en 1952, hasta ahora la habían utilizado en contadas ocasiones. Una de ellas, fue la pasada Navidad, cuando la propia Meghan ya se quedó allí. ¿Sentiría la presencia del fantasma del príncipe Eddy?

Afortunadamente, la pareja no vivirá aquí sino en el apartamento del príncipe Harry en Kensington Palace donde ya vivieron Kate Middleton y el príncipe Guillermo. Esta casa será solo para ocasiones especiales.