Otro año más, la Gala Starlite ha tirado la casa por la ventana en cuento a rostros conocidos. Se ha convertido en una de las galas solidarias más importantes de nuestro país, la que más poder de convocatoria tiene en verano y, por ende, es ya por derecho propio una de las citas benéficas más importantes también del año. El evento que apadrina Antonio Banderas estaba trufado de rostros populares y eso significa también que en el ambiente se respiraba belleza y glamour. Los famosos se han volcado con la Starlite con el fin de recaudar fondos para las fundaciones Niños en Alegría y Lágrimas y favores.

Para muchos de nuestro famosos es una cita ineludible con la que aportar su granito de arena por una buena causa y ya se han convertido en habituales, como Lara Dibildos, Anne Igartiburu, Eugenia Martínez de Irujo, Elsa Anka o Carmen Lomana. La sorpresa este año ha sido que incluso la duquesa de York, Sarah Ferguson, ha estado presente, dando a la velada filantrópica un carácter más internacional.

Antonio Banderas, que el próximo miércoles cumple 56 años, volvía a ir acompañado de su novia, Nicole Kimpel, con quien la relación está cada vez más afianzada. El actor malagueño lleva un pelo muy corto por exigencias del guión de su última película, 'Salty', donde luce una frondosa peluca melena para meterse en la piel de una estrella del rock. Sobre el papel de las 'celebrities' en este tipo de galas solidarios, Antonio está convencido de que "hay que utilizar el poder que nos da la fama, por responsabilidad ética y moral, para estas causas".

La gala contó con la modelo Valeria Mazza y Carlos Latre como presentadores. Los premios Starlite de este año han ido a parar a la Fundación Josep Carreras, Anne Igartiburu, la Fundación Sandra Ibarra y la modelo Tereza Maxová. Este evento también ha sido uno de los primeros actos donde hemos podido ver a Ainhoa Arteta después de que se anunciara su proceso de divorcio de Jesús Garmendia.

Durante esta velada en la que la solidaridad y el glamour se dan la mano, se ha procedido a la subasta de artículos y bienes donados tan dispares como un viaje en helicóptero privado para cuatro personas desde Marbella a Ronda, que ha cedido Cayetano Rivera a través de su empresa de servicios de lujo, Karajet; un lavabo plateado de la firma Laufen o una guitarra firmada por el anfitrión.