La guerra entre la familia Ortega y María Jesús, Michu, está en su punto álgido. El padre de José Fernando y sus tíos se niegan a decir su nombre, hasta el punto que solo se refieren a ella como “las malas compañías” del joven.

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Gloria, la tía de Josefer, ha dicho que solo pueden esperar que él entre en razón y acceda a volver a la senda más responsable. Los planes que la familia tiene para él pasan por que se vaya a Madrid, pero no para que se recluya en la clínica López Ibor, sino para que realice el tratamiento en esta pudiendo compaginar su trabajo en el concesionario de coches que arrancará en septiembre y su cura. La familia, según han expresado a ‘El programa del verano’, desean que José trabaje mucho, que se agote, y empiece a llevar una vida normal. Esto supondría que él estaría durmiendo en casa, y no en el centro médico, pero estaría bajo tratamiento tomando los medicamentos prescritos por los expertos que llevarían su caso.

Ahora la preocupación ha vuelto a instalarse en la familia Ortega. Tras pasar unos días con su padre, su hermano pequeño y su querida Gloria Camila ha regresado a Arcos, donde está instalada Michu. Ha vuelto a sus brazos y parece que, de nuevo, han retornado los problemas. Juntos pasan los días en una casa abandonada, prácticamente derruida, como la han calificado en ‘El programa del verano’, que se han acercado hasta Arcos para saber cómo vive, en realidad, la pareja.

Los se encontrarían instalados en casa de la madre de Michu, pero pasan la mayor parte de tiempo fuera, en el edificio mencionado. En este espacio, cuya localización se guarda celosamente entre muchos de los vecinos, “estarían haciendo cosas que no les benefician”, apuntan desde ‘EPDV’.

Todavía queda una semana para que agosto se despida. El mes más difícil de Josefer, en septiembre, según ha prometido, todo acabará y puede que se centre en ser un joven más responsable. Pero, ¿qué hará Michu?