Qué peligro tiene el jueguecito del ‘yo nunca’. Ya sabéis, todos se ponen en círculo, se llenan los vasos, se dice una afirmación (normalmente de índole picante) y se inicia con ‘yo nunca’. El que lo haya hecho, tiene que beber. Anoche, en ‘Mi casa es la tuya’ se jugó, y salieron a la luz secretos tan desconocidos como el ligue que Fabiola Martínez tuvo por Internet.
Aprovechando la visita de algunos de los actores de ‘Perfectos Desconocidos’, Pepón Nieto, Dafne Fernández, Juana Acosta y Ernesto Alterio, la venezolana propuso jugar al ‘yo nunca’ a la hora de la cena, por si no habían tenido suficiente con contestar en altavoz todas las llamadas o leer en alto cada uno de los mensajes que llegaban a los móviles, como se hace en la película. Parecía un jueguecito inocente, pero, como suele pasar, las verdades que salieron a la luz pudieron ocasionar un auténtico cataclismo emocional…
“Yo tuve un amor cibernético”, ha arrancado. Mientras que su marido siempre ha sido del cortejo cara a cara, para la exmodelo hubo un tiempo en el que sucumbió a las mieles de los romances sin moverse del ordenador. Él era español, gallego para más señas, y se conocieron a través de un chat. ¿No es romántico? Vale, no mucho. El caso es que ambos mantuvieron un ciber-romance hace “doscientos años”, bromeó ella, mientras Fabiola aún vivía en Venezuela. La pareja debía tener mucho interés pues ni la diferencia horaria se interpuso en este affaire a través de la Red.
Y, aprovechando que tal vez nunca se verían (como así ocurrió), ella cometió el clásico error del que liga en Internet: mentir. “Fue un poco fuerte”, contó, “pero mentí en algunas cosas al chico”. En una no lo hizo, la edad. En eso fue absolutamente sincera con ‘su gallego’.
A pesar de haberse “reservado lo mejor”, tal y como tentó, sí aseguró haberlo pasado mal con la ruptura, porque, al final, un corazón se rompe de igual manera cara a cara o a través de la pantalla de un ordernador.