Alguna que otra vez nos ha quedado claro que Eugenia Martínez de Irujo no es de esa clase de famosa a la que le resbala todo. Nada más lejos. Si la insultas en redes, no hará oídos sordos y es probable que te responda. Ella no tiene ningún miedo a los ‘haters’ y mucho menos a aquellos que llegan insultándola ‘de gratis’ y criticando su forma de vida. Hace solo cuatro días, vivió uno de estos episodios en Instagram.

La ‘duquesita’ colgaba en su cuenta en esta red social una foto con dos de sus burros, Gin y Tonic, que se habían encaprichado de su nuevo bolso de Tous. Pero no para lucirlo debajo de la pata, sino para llevarlo dentro de la boca. A Eugenia le hizo muchísima gracia el momento y lo subió a Instagram, pero se le congeló la sonrisa cuando descubrió que esto había sentado mal a un usuario, Dj Asleb Leinad, que sin venir a cuento le soltó esto: “Eres gilipollas!!! No quiero ver ni el vídeo, pero presumes de burros ahí toda pija vestida de 1000 euros? ¿A quién quieres engañar? ¿O de qué vas? Porque no te pillo. Das pena”. Sin comérselo ni bebérselo. Entonces Eugenia, con las mismas, se animó a contestar al troll, “Gracias por lo de gilipollas 😂 Siento que tengas tan mal humor... no sé si eres hombre/mujer xq te escondes. Solo decirte que ni voy vestida de 1000 euros en el vídeo ni pretendo engañar a nadie. Solo me gusta vivir la vida a mi manera sin insultar ni hacer daño a nadie... Amore❤y ojalá puedas pasar un buen día y semana”. Alguien ha estado empapándose del ‘pink power’ de Aless Gibaja…

Pero los ataques no acabaron ahí, el usuario continuó con su discurso. “los pijos que ahora tienen burritos, para distraerse, lo que hay ver. El día y la semana perfectos. Trabajando como la gente normal”, a lo que ella contestó “tengo burros porque me gustan los animales”, y el otro volvió, “Con el tema de los burros a la gente no le dejan tener si no es una explotación y ¿tú tienes dos? Los tendrás al día y todo eso, ¿no?”. Esta conversación más que ir sobre equinos, parecía la pescadilla que se mordía la cola. Eugenia, con paciencia infinita, siguió contestando, mandando besos y deseando una feliz semana. Y los ‘haters’ continuaron ladrando.