Los fans de ‘Águila Roja’ hoy se sienten un poco huérfanos, se les ha acabado su serie predilecta, esa con la que tanto se han implicado en los últimos ocho años; pero, al menos, respiran aliviados pues las aventuras de este héroe han tenido un final redondo, en el que todas las tramas se han resuelto y el buen sabor de boca impregnó a todos los ‘aguiluchos’.

Artículo recomendado

Repesca terrorífica en GH17

Captura de pantalla 2016-10-28 a la(s) 09.06.50

Anoche, el corazón nos volvió a latir más rápido cuando vimos a Margarita reencontrarse con su amor, Gonzalo. De hecho, el personaje de Inma Cuesta tuvo una papel crucial en la trama pues ella fue quien, a caballo, salvó al caballero andante de la historia. ¡Por fin teníamos una heroína! En el momento justo de su ajusticiamiento, Margarita apareció para rescatar a su amor. Un amor con el que compartirá algo importantísimo para ella: un hijo. Efectivamente, una aguilita roja venía de camino.

Este fue el capítulo en el que todos supieron la verdadera identidad de Águila Roja, incluida su amada, que pensaba que solo era un noble maestro.

¡Y Sátur! ¿Qué decir de Sátur? El criado más famoso de la televisión (con permiso de María, la trabajadora del hogar de María Teresa Campos) se debatía anoche entre la vida y la muerte. El balazo que hizo peligrar su existencia le sirvió para dejar su conciencia tranquila, como lo leéis. Mientras Gonzalo esaba tratando de salvarle, el criado perdió la consciencia y llegó ‘al cielo’, donde se encontró con Cipri, al que pide perdón por sus últimas palabras y actitudes de reproche. La extracción de la bala concluye de manera satisfactoria y los fans respiraron aliviados al ver que no moría uno de los personajes más queridos de la serie por su ternura y nobleza.

Los pérfidos Hernán y Lucrecia también paladearon el sentimiento que más les gusta: la venganza. Con el asesinato del Cardenal Francisco de Mendoza y Balboa los dos respiraron aliviados. Tras lanzarse todo su odio, los dos comprenden que son perfectos el uno para el otro. Los dos son igual de maquiavélicos y retorcidos. El ‘mal’, a su manera, también tuvo su final feliz.

Y para rematar todo… ¡hasta fuimos de boda! Margarita y Gonzalo se dieron el ‘sí, quiero’ y se marcharon con Alonso y Sátur a seguir viviendo su historia de amor.