Parece una broma propia del Día de los Inocentes, pero no. Enrique Iglesias despierta tales ardores entre sus fans que estas no dudan en lanzarle prendas de lencería y esto, quieras que no, no está igual de aceptado en todo el mundo; si lo haces en Sri Lanka, por ejemplo, la gracia se puede convertir en todo un asunto de estado.
Hablamos de la opinión que le merecen tales actos al presidente del país, Maithripala Sirisena, que los ha condenado severamente. Sirisena no está de acuerdo con estos gestos de entrega, y los considera “incivilizados”. “No digo que se azote con unos peces venenosos a estas mujeres, pero sí a los que organizaron el evento”. ¡Esto sí que son castigos! ¿De quién ha aprendido el presidente, de Torquemada?
Era la primera vez de Enrique Iglesias en Sri Lanka, pero puede que sea la última, pues el jefe de gobierno se ha propuesto acabar con esta clase de eventos que incitan a estos actos “indecentes”. Y como ya estaba opinando sobre el asunto, pues hasta ha hablado sobre el precio de las entradas. Cuando él se pone, se pone. Al presidente le parece vergonzoso que se pague más de 200 euros para un concierto “que solo dura unas horas” (¿por ese precio esperaba que Enrique se fuera a las casas de los fans y les cantara en privado?). Así que está planteándose muy seriamente no conceder autorizaciones para que se lleven a cabo más conciertos pop.
Lo que no sabemos es lo que opinará al respecto el artista. Iglesias terminó muy contento su show, y estaba encantado con el recibimiento que tuvo su música en un país que él todavía no había testeado en sus giras. “#SriLanka habéis estado increíbles esta noche. Me habéis dado un millón de razones para volver. Me ha encantado #Colombo. El vídeo habla por sí mismo”. Pues puede que este millón de razones se las quite de golpe Sirisena.