Por CONCHI ÁLVAREZ DE CIENFUEGOS

 

Después no diréis que no os lo advertimos. Este vídeo puede provocar llantina, suspiros, profunda congoja y encogimiento de corazón. Y es que no has visto nada igual a esta niña, que en pleno viaje, se emociona al contemplar los dibujos de un bebé pingüino alejado de sus padres.

 

El film que ve tan atentamente esta protagonista, que no tendrá más de tres años, es ‘La vuelta al mundo de Alvin y las ardillas’, una película de animación de 1987, en la que los animalillos ayudan a un pequeño pingüino a reencontrarse con su familia. La canción que cantan las ‘Chipettes’ la llena de profunda melancolía y consigue que la pequeña, que viaja en una sillita para bebés, empatice con lo que sucede en la película. Así, a los pocos de segundos de comenzar la canción, la niña ya está hecha un mar de lágrimas. Da hipidos de profunda tristeza y se deshace en pucheros.

 

Lo curioso de esto es que se trata de una pena silenciosa, de esa que tendría cualquier adulto en el cine al contemplar una película que lo emocione. Una sensación que vira entre la vergüenza por llorar ante otra gente y la pena que sentimos al empatizar con lo que ocurre en la pantalla grande.

 

El colofón final de la emoción llega cuando la niña ve al pingüinito reencontrarse con sus padres. No hay duda que este final feliz le llega al corazón y le cuesta contener las lágrimas de alegría al contemplar la felicidad de los protagonistas animados.

 

La que grabó todo lo que ocurría en el asiento de atrás del coche fue la madre, quien se percató del efecto que estaban teniendo los dibujos sobre su hija y que no dudó en capturar el momento con la cámara. Y tal y como dice ella, “el resultado es del todo adorable”. Lo confirmamos nosotros y los más de 4 millones que han visto la pieza.

 

Te retamos a que seas capaz de ver el vídeo de principio a fin y que no se te llenen los ojos de lágrimas al ver a esta preciosa niña emocionada con la película que observa absorta.