El mejor jugador de baloncesto de todos los tiempos también es el que mejor ha sabido explotar su imagen tras su retirada del deporte de élite. Y no nos referimos solo al éxito de los patrocinios conseguido gracias a su fama, sino a como el exjugador ha negociado todos y cada uno de sus contratos multimillonarios para asegurarse que absolutamente nadie se aprovecha de su imagen. Hace pocos días salió a la luz que Michael Jordan denunciaba a una cadena de supermercados por haber explotado su imagen sin permiso y de forma ilegal, lo que enojó al número uno de todos los tiempos, que decidió tomar cartas en el asunto. Pues bien, tras estudiar detenidamente el caso, un juzgado de Chiago ha sentenciado el caso a favor de Jordan, que deberá recibir 8,5 millones de indemnización por la utilitación de su sonrisa de forma ilegal. Michael, que afirmó que donará el dinero obtenido en el juicio a fines solidarios, confesó también que había tomado medidas legales contra el supermercado no por el dinero sino para defender su imagen "espero que este caso permita lanzar un mensaje muy claro, tanto en Estados Unidos como fuera, de que seguiré protegiendo mi nombre y mi identidad".

Michael Jordan 23

Michael Jordan sigue marcando diferencias como cuando jugaba al baloncesto

Para poder concretar una cifra de indemnización, el exatleta se vio obligado a desvelar los números de sus ingresos por patrocinios, que ascienden a la barbaridad de los 470 millones solo teniendo en cuenta el contrato con la firma Nike, que siempre apostó por el exjugador, quién de hecho, tiene una línea de ropa y zapatos propia dentro de la propia compañía deportiva. Jordan demuestra que si un deportista de élite invierte bien su fortuna y se mueve con habilidad para cerrar contratos y seguir explotando su imagen una vez retirado, puede llegar a ser un gran empresario. El '23' sigue siendo un auténtico crack, aunque esta vez haya cambiado el parquet por los despachos.