Por CONCHI ÁLVAREZ DE CIENFUEGOS

 

“Que se filtra una foto de mi mujer sin Photoshop, voy yo y la defiendo subiendo otra a mi Instagram en la que se la vea como una verdadera diosa”. Fue lo que debió de pensar Rande Gerber, marido de Cindy Crawford y mayor fan de la modelo.

 

Lo que Rande no entendió es que la foto filtrada de su mujer, confirmada su autenticidad por parte de la revista que había realizado la sesión de fotos, ha sido un éxito en redes sociales debido a la naturalidad de la instantánea, a la belleza natural que desprende esta mujer y a que suponía un verdadero grito de guerra para todas aquellas mujeres que ya han tenido hijos, sus cuerpos han cambiado y se siguen viendo maravillosas y divinas.

 

Al igual que Cindy, que ni confirmó ni desmintió la veracidad de la foto, su marido tampoco lo ha hecho, pero ha ‘contraatacado’ con esta foto de ella en bikini, tomando el sol tumbada cerca de la piscina. Es verdad, la modelo está estupenda, pero también lo estaba en la imagen filtrada, realizada hace dos años durante una editorial para la revista Marie Claire México. No entendemos qué tenía que defender ni a qué se debe este arranque por demostrar el tipazo de su mujer ¡Cuando todos ya estábamos diciendo que era una mujer de bandera!

 

No han sabido jugar bien sus cartas. Después de haber dicho Marie Claire unas palabras que fueron aplaudidas por todos “es real, es honesto y es magnífico”, ellos deberían haber jugado la baza de ‘que viva la belleza real, sin retoques’, pero han dejado pasar el tren. ¿Y si con esa misma foto que Rande ha subido hubieran lanzado algún mensaje que afianzara la idea de belleza natural? Entonces ya sí que nos hubiéramos vueltos todos locos con Cindy. Otra vez será.