1. El lookazo ‘Doctor Zhivago’ que se marcó en Andorra Eva González. Con un paisaje nevado, la sevillana nos dejó uno de sus mejores estilismos. ¿Lo mejor? El gorrito para abrigar las ideas y decir con ese acento tan suyo lo de “basque culinare center”. Amor puro.
2. El sandwich gigante que el servicio de habitaciones le preparó a la presentadora. No habían pensado que debía existir separaciones entre pisos y al final Eva se encontró con un rascacielos hecho en pan de molde. Y os lo creáis o no, Eva trató de hincarle el diente e hizo lo que pudo.
3. El Punset improvisado de Deltell. Habló de moléculas y de verduras. Lidia, como es normal, le perdió la pista con tanta divagación. Aún así, su comanda llegó bastante bien a la habitación del humorista.
4. Andrea, toda una ‘butterfly’. Así es como llama a la modelo y estudiante catalana, su chico y a nosotros, aunque nos parezca algo ñoñito, es muy mono.
5. La cinta transportadora les llevó sus objetos más preciados. Fotos con sus seres queridos, sus zapatos preferidos… En el anterior programa los jueces se llevaron consigo un suculento botín de las habitaciones de los participantes, en este último se los devolvieron a través de una cinta transportadora.
6. ¡Pablo se pone las pilas! Ni lágrimas, ni excusas. Pablo se ha puesto las pilas y quiere recuperar el tiempo perdido. ¡Esa es la actitud!
7. Encina dice adiós. Se nos ha ido la concursante más respondona y con más gracia. Encina se ha ganado un lugar en la casa y ha dejado destrozados a compañeros como Sally, que lloró amargamente cuando anunciaron que debía abandonar las cocinas.
8. Lidia, cada vez más abierta con sus compañeros. Este ha sido el programa de los cambios de actitud. Después de comprobar que sus compañeros no le tienen demasiado aprecio, Lidia ha cambiado el chip. Se ha abierto y hasta llegó a ser la líder de, nada menos, tres equipos. ¡Que siga así!
9. Mireia y su huevo ‘socialista’. Lo decoró con rosas rojas y lo preparó con tanto cariño como si se lo hubiera hecho a Pedro Sánchez.