El clan Jurado, totalmente roto 10 años después de la muerte de Rocío

Repasamos las vidas de José Ortega Cano, de sus hijos Rocío, Gloria Camila y José Fernando, su hermano Amador y su cuñada Rosa Benito

Actualizado a 01 de junio de 2016, 08:55

Jose Ortega Cano Ana Maria Aldon

Lo más fuerte que ha vivido el extorero tras la muerte de la de Chipiona fue su ingreso en prisión en abril de 2014. El diestro fue encontrado culpable del accidente de tráfico que se cobró la vida de Carlos Parra. De los dos años y seis meses que le cayeron por homicidio imprudente y conducción temeraria, Ortega cumplió 13 meses y medio. Entre recursos y aplazamientos de la pena, conoció a Ana María Aldón, su prometida, 23 años menor que él, y madre de su hijo pequeño, José María, de tres años. Está muy unido a sus hijos Gloria Camila y José Fernando, pero con los Mohedano la relación es cada vez más distante.

Rocío Carrasco

Es la auténtica bomba de relojería de toda esta historia, ya que tiene frentes abiertos con casi todos los miembros de su familia, siendo el más vehemente, el que mantiene con su hermana Gloria Camila. Habiendo sido nombrada por su madre heredera universal de todos sus bienes, su voto era decisivo para que se desarrollara el proyecto del museo dedicado a Rocío Jurado en su pueblo de origen. El museo ha desatado numerosos enfrentamientos en las redes sociales y en las televisiones entre Rocío y Gloria, pero no menos que los que han vivido ambas por Rocío Flores, hija de Carrasco y Antonio David Flores, y amantísima sobrina de Gloria. Rocío, que espera casarse pronto con su pareja Fidel Albiac, también se ha encontrado cómo su hijo David se decanta por su padre y la mujer de éste, Olga. Actualmente, sus mayores apoyos son María Teresa y Terelu Campos.

Gloria Camila y Rocío Flores

Tienen una afinidad enorme y se quieren como hermanas. Una siempre sale en defensa de la otra y tienen un frente común: Rocío Carrasco. Fue fallecer su madre y deteriorarse su relación. Gloria se quedó arropada por los Mohedano, su padre y su hermano, y Rocío decidió ir por libre, hasta quedarse prácticamente sola. Gloria ha sido una de las luchadoras incansables por ver hecho realidad el museo en memoria de su madre. En el terrero sentimental, causó un auténtico revuelo cuando cambió a su novio de toda la vida 'Juanki', por Kiko Hernández, extronista de 'Mujeres y Hombres y Viceversa'.

En cuanto a Ro, al alcanzar la mayoría de edad, salió a la luz su malísima sintonía con su madre, con quien hacía años que ni se hablaba ni se veía. La joven está instalada en casa de su padre, Antonio David Flores, y usa las redes sociales para atacar a su madre con mensajes que llegan a ser de una crueldad feroz.

Rosa Benito

Le vino una deuda enorme, que aún está en vías de finiquitar, y se divorciaba en 2013 de Amador Mohedano, hermano de la cantante. Para hacer frente a las multas y gastos, se presentaba a 'Supervivientes', concurso que ganaba y la convertía en un animal mediático. Ahora se pasea por los platós de Mediaset vendiendo sus tira y afloja con Amador y sus rencillas con sus compañeros de 'Sálvame'. Aunque desde hace un año, se pasea lo que la dejan. En verano del año pasado, Benito perdía su empleo por una demanda que tiene interpuesta su yerno, y marido de su hija Chayo, contra algunos directivos de Telecinco, y conseguía volver como inquilina de 'GH VIP'. Tras una participación más bien discreta, vuelve a peligrar su puesto de trabajo por la misma causa, aunque ahora que tiene un pretendiente (su Jota, su "señor de Burgos") que le da alegría al cuerpo, tenga un poquito menos de pena de volver al paro.

Amador Mohedano

Si a su exmujer le caían deudas, a él no le iban a caer menos. Atosigado por Hacienda, también se convirtió en animal mediático. El que fue manager de su hermana Rocío Jurado y de Belén Esteban, veía como su aún mujer cogía fama y se convertía en la fuente de ingresos de su matrimonio. Para él, aquello fue un machetazo en todo su orgullo y se dedicó a ronear con otra mujeres. Destapadas sus infidelidades, Rosa decidió poner punto y final a su matrimonio. Actualmente, Amador, entre broncas y reconciliaciones con su novia Jacqueline, vive pendiente de que se acabe realizando el museo dedicado a su hermana, para poder trabajar en él y pagar sus deudas.

José Fernando Ortega

Entró en la adolescencia y se metió en el oscuro mundo de las adicciones y las sustancias prohibidas. Tocó fondo, después de acumular un amplio historial de broncas, peleas, chantajes en burdeles, robos, posesión de drogas y expulsiones de internados, tras lo que finalmente fue condenado a más de un año de prisión, pero por no tener antecedentes penales, se libró. Ingresó en un programa de desintoxicación y, a pesar de algún amago de recaída, es el que está teniendo una vida más apacible.

Rocío Jurado era la persona a cuyo alrededor giraba el resto de su familia. Unos la llaman pegamento. Otros, estrella. Da igual el nombre, porque el caso es que en su familia nadie ha tenido el suficiente carisma y el magnetismo para mantener unida y fuerte a sus miembros. Que fue y es una persona irrepetible, es evidente, pero nadie ha sido capaz de coger su testigo y continuar con lo que la hacía sentir más orgullosa, su círculo íntimo que la arropó y estuvo con ella hasta el final.

Ya sea por rencores que se han quedado ahogados durante mucho tiempo, envidias, desconfianzas u orgullo y soberbia, los Mohedano-Ortega están, en el mejor de los casos, dispersados, y en el peor, en guerra declarada. Nada queda de esa calidez y unión que transmitían cuando la Más Grande estaba viva. Son como satélites sin órbita, errantes y de superficie fría. Helada.

Repasamos cómo se han desarrollado las vidas de su círculo más próximo: su viudo, José Ortega Cano, sus hijas Rocío Carrasco, Gloria Camila; su hijo José Fernando, su hermano Amador y su cuñada, Rosa Benito. Tanto por separado como juntos, sus existencias dan para saga literaria.