Kevin McEnroe, hijo del tenista John McEnroe y de la actriz Tatum O’Neal, fue detenido el martes acusado de posesión de drogas. Su arresto ha hecho que echemos la vista atrás y que recordemos todos esos hijos de famosos que se han quedado con la peor de las herencias.

Repitiendo los mismos patrones que siguió en su día Tatum, Kevin era detenido el martes por tenencia de sustancias ilegales, después de que fuera visto comprando diferentes tipos de drogas, según The New York Post. El joven, de 27 años, llevaba encima "seis papelinas de cocaína, una pastilla azul, 20 pastillas blancas y 10 naranjas, todas de sustancias sin identificar”, informaba el diario neoyorquino.

El nieto del actor Ryan O'Neil no aprendió del calvario por el que pasó su madre y del que tuvieron toda la culpa las drogas. Tatum vio como su adicción era la responsable de que los servicios sociales le retiraran en 1995 la custodia de sus tres hijos. La actriz llevaba consumiendo heroína desde que tan sólo era una adolescente.

Cuando todos pensaban que se había recuperado y que sus adicciones habían muerto con el nuevo milenio, en 2008 fue arrestada en Nueva York por comprar cocaína a un traficante muy cerca de su apartamento. Puede que ahora, sabiendo el mal ejemplo que ha dado a su hijo, los dos comiencen un tratamiento que ponga fin a este patrón.

Los otros hijos estigmatizados

Hace unos días, la noticia de la próxima paternidad de Robert Downey Jr. se enturbiaba al saber que el hijo mayor del actor, Indio, de 20 años, era detenido por posesión de cocaína. El protagonista de ‘Iron Man’ ha vivido durante muchos años con el monstruo de las drogas como compañero de vida, y ahora su hijo, que aún no tiene la mayoría de edad permitida para beber, también es todo un adicto a estas sustancias. Conocida la noticia, lo primero que ha hecho Downey Jr. ha sido ingresarlo en una clínica especializada en el tratamiento de toda clase de adicciones. Lo importante es que el joven parece que tiene toda la intención de enmendarse y que piensa luchar por su total recuperación.

Pero no son los únicos casos, uno de los que más han conmocionado recientemente ha sido la muerte de Peaches Geldof. La joven, de 25 años, fallecía víctima de sobredosis de heroína, la misma sustancia que acabó con la vida de su madre, Paula Yates, cuando Peaches tan sólo era una niña. La hija de Bob Geldof dejaba tras de sí a dos hijos, Astala y Phaedra, de dos y un año.

No han sido tan fatales los casos que tienen como protagonistas a personajes como Michael Douglas. El actor, que era adicto en los 90 a las drogas y al alcohol, ha visto cómo su hijo mayor, Cameron, era detenido por posesión de sustancias ilegales. “Su castigo ha sido demasiado duro. Quiero involucrarme y trabajar en las reformas. Cameron ha obtenido la sentencia más severa en la historia del sistema penal estadounidense”, decía el hijo de Kirk Douglas. El actor realizaba estas declaraciones justo después de saberse que su primogénito, quien lleva metido en el mundo de la drogas desde que tenía 13 años, tendrá que estar en prisión hasta el 2018.

Hay algunos casos que, como sus protagonistas, se han convertido en clásicos de la historia de Hollywood. Como el de Liza Minnelly.  La hija de Judy Garland heredó de su famosa madre la adicción a los antidrepesivos, a los calmantes y al alcohol. A pesar de que Garland saltó a la fama gracias a sus papeles de joven candorosa y llena de alegría, la realidad con la que los estudios (y la propia actriz) tenían que lidiar era bien diferente. Las depresiones se sucedían y Garland encontró en el alcohol la solución rápida a muchos de sus problemas. Minnely no sólo heredó el talento de su madre, también se llevó consigo la manera de atajar las preocupaciones.

Así nos damos cuenta que, aunque parezca mentira, las herencias envenedadas en Hollywood son mucho tan habituales que las millonarias.