Es oficial. Diego Matamoros Flores y su novia, Estela Grande, están viviendo las vacaciones de su vida. Y si nos lo permitís, os vamos a contar todos los detalles de este lujosísimo descanso del que está disfrutando el hijo de Kiko.

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estela grande

El entrenador personal, que ahora ha manifestado su deseo de ser actor, está pasando unos días de ensueño en las islas Maldivas, en concreto, en un resort de lujo situado en un atolón. Se trata de un complejo hotelero compuesto únicamente por villas privadas, que dan mucha más intimidad a quienes las alquilan. El precio de estas habitaciones con toda clase de comodidades es de 800 euros para la villa más barata y, por tanto, de menor tamaño. Lo de menor tamaño es por decir algo, pues nos referimos a 220 metros cuadrados.

Las villas cuentan con un acceso privado a la playa, para poder estar disfrutando del mar en todo momento sin necesidad de ser molestado o interrumpido por curiosos. Así Estela y Diego se pueden dedicar a las sesiones de fotos con las que obsequian a todos sus seguidores en Instagram, en las que él saca músculo, y ella luce curvas. Gustan y lo saben.

Otra de las comodidades especiales que cuentan estas 'casitas' más grandes que cualquier piso en el centro de Madrid es el baño exterior. ¿Os imagináis daros una relajante ducha mientras oís las olas del mar de fondo o la fauna a vuestro alrededor? Ellos no tienen por qué imaginánerselo, porque lo disfrutan cada mañana.

Y por si el estrés de las vacaciones está acabando con sus nervios (con este plan tan ajetreado lo entenderíamos perfectamente), disponen de un spa en el que mimarse. Pueden recibir tratamientos faciales y corporales como masajes, y después relajarse en las tumbonas con mejores vistas y disfrutar de un aperitivo saludable, que son vacaciones pero hay que seguir manteniendo la forma. Y hablando de comer. ¿Habrán probado Estela y Diego los 6 restaurantes sobre el agua de los que dispone el resort? Por si nos están leyendo, no dejéis de probar el Zen con su menú tradicional Kaiseki, que aseguran que es delicioso por su sushi. De nada.

Pero si lo que de verdad quieren es vivir una aventura única, tendrían que participar en la actividad ‘Buscando a Nemo’ en la que sumergirán en las profundidades del mar Índico para rodearse de pececillos de colores y criaturas que hasta ahora solo habían visto en acuarios.