Al final la hoja de ruta que te contamos el sábado sobre el cumpleaños de Froilán se cumplió. El hijo de Jaime de Marichalar no sólo cenó en el restaurante Fox de Madrid, sino que acabó la noche bailando en un reservado del Teatro Barceló con un pequeño grupo de amigos. Y sí, su novia, M., también estuvo ahí.

A pesar de la filtración de sus planes horas antes de la fiesta, Froilán fue a los lugares que se sabían. A la cena al restaurante Fox acudieron diez de sus amigos (incluida su chica), y los comensales ocuparon un reservado para deleitarse con un variado surtido de platos japoneses: futomaki de langostinos crujientes, california rolls, sashimi variado, tartar de pez mantequilla, varios niguiris y láminas de atún con salsa kimuchi. Asimismo, también comieron croquetas de jamón, jamón ibérico y bebieron vinos de reserva. Cada plato oscila entre 14 y 25 euros, y la verdad es que el joven es un gran anfitrión porque se hizo cargo de la cuenta. Por barba costó 35 euros.

Después de soplar las velas con un pastel de zanahoria, Froilán y sus amigos se dirigieron hasta un reservado del Teatro Barceló. Allí encargó varias botellas de Moët & Chandon, de ginebra y de vodka. Pero lo sorprendente del asunto es que cuando estaba recibiendo sus regalos en la discoteca hizo acto de presencia nada más y nada menos que Jaime de Marichalar, que se sumó a la fiesta de su hijo. Del mismo modo, el actor Mario Casas, que se encontraba en el club con unos amigos, se acercó a felicitar a Froilán y charló distendidamente con su padre.

La fiesta finalizó a las 5 de la madrugada porque un periodista del corazón se coló en la zona vip. Pero aun con esas, sin duda, tuvo una noche para enmarcar. Así da gusto llegar a la mayoría de edad.