Brooklyn Beckham, como a todos los hijos de famosos, le ha tocado pasar por varios trances en el camino de la pérdida de la inocencia. Uno, conocer la verdadera identidad de Papá Noel, los Reyes Magos, el Ratoncito Pérez, el Hada de los Dientes (todo depende de las tradiciones del país de origen de cada uno, claro...). Y, por otro lado, ser consciente de quiénes son sus padres y por qué la gente de todo el mundo les adora (o les odia) con la misma pasión que ellos aman a sus superhéroes o personajes de la tele favoritos.
El hijo mayor de los Beckham quedó impactadísimo cuando descubrió que sus padres lo petaban fuertemente. Fue en un partido de fútbol al que acudió acompañado de David y Victoria, y la gente "empezó a corear" el nombre de su padre, ha contado en una entrevista para un magazine anglosajón. Por aquel entonces, Brooklyn tenía 13 años y para él fue como "¿Qué pasa?, ¡Oh por Dios! Yo obviamente no los veía a ellos de esa forma”, confiesa. Brooklyn solo ha hablado de la fama de su padre, pero ¿qué le pasó por la cabeza cuando descubrió que su madre había sido una 'Spice Girl', uno de las 'girl band' más famosos de los 90,... y vio sus estilismos? Imaginamos la cara de póker que también tuvo que poner. O quizás, su canción de cuna era 'Wannabe', el superéxito de las 'Spice Girls'. Quién sabe. Puede que sea un tema que abarque en otra entrevista.
Después del estupor, el joven Beckham ha sabido sacar rédito a su posición privilegiada como hijo de una de las 'parejas marca' de más éxito y más rentables del mundo. Brooklyn es ya uno de los rostros más demandados por las marcas para protagonizar sus campañas, como ha sido el caso de Burberry. Además, quiere demostrar que es más que un niño rico con ínfulas de fotógrafo de moda y este año publica su primer libro con algunas de sus instantáneas.