"A veces lloro”, nos dice. No puede evitarlo. Concha es fuerte pero está pasando por uno de los momentos más difíciles de su vida. Recién operada de un cáncer linfático y con el apoyo incondicional de toda su familia, la actriz más querida de este país saca fuerzas y lucha esperanzada. De momento parece que las cosas, –lo dicen los médicos–, marchan bien y no tendrá que recibir tratamiento. Concha se aferra fuerte a esas buenas noticias y las comparte con Lecturas.

El reportaje completo, esta semana en nuestra revista.