Concha Velasco fue operada "a vida o muerte" hace unas semanas debido a una peritonitis, como ella misma confesaba a LECTURAS. Una peritonitis que solo le fue detectada cuando el dolor era insoportable y accedió a suspender sus funciones de teatro.

Concha Velasco
Gtres

Tras esa primera operación, de urgencia, llegaron dos más: la primera debido a una hernia y la segunda para extirparle unos ganglios junto al páncreas. Tantas operaciones en tan poco tiempo no parecían un buen presagio. Y aunque ella le quitaba importancia a lo ocurrido y nos seguía regalando su sonrisa y su optimismo, no podíamos dejar de preocuparnos por su salud. El cariño con el que siempre ha tratado a la prensa y que Concha sabe que sentimos por ella no podía dejarnos indiferentes.

Concha Velasco
Alfredo Garófano

Y cuando la actriz creía que ya solamente tenía que volver a pasar por quirófano para una pequeña intervención en la vesícula, llegaron las malas noticias: Concha tenía un linfoma. La noticia la pilló desprevenida. Creyendo que iba a una visita rutinaria, donde simplemente le darían hora para la siguiente operación, acudió sola al médico. Sus hijos no estaban junto a ella para parar el golpe y Concha, como es normal, se hundió al escuchar que tenía que someterse a quimioterapia.

Concha Velasco
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Tuvo que llegar a casa e intentar serenarse antes de ser ella la que les transmitiera la noticia a sus familiares. Acostumbrada a los embistes de la vida, la actriz, una mujer fuerte 'per se' como ella no podía hundirse. Se permitió solo unos días sumida en la tristeza antes de reaccionar y saber, que ante esta situación, solo queda una salida: coger el toro por los cuernos y luchar. Como ha hecho siempre. Sabe que se avecinan tiempos difíciles, pero que su estado de ánimo será vital para salir adelante.

Y aunque se recluye en casa para pasar sola este periodo de 'aceptación' de la realidad, mira al futuro con optimismo y, aunque sabe que tendrá que renunciar a su pelo durante un tiempo y cambiarlo por un pañuelo, estamos seguro que nada le borrará la sonrisa y que, pronto, todo será solo una pesadilla.

Concha Velasco
Alfredo Garófano