Miguel Ángel Silvestre es un ‘chico de mamá’. Conocemos de sobra a la mujer que le trajo al mundo y han sido innumerables las veces que le ha dedicado halagos. El padre del actor, en cambio, es un personaje más desconocido para sus seguidores, pero tras la anécdota que compartió en San José nos declaramos fans absolutos de él.

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Cuando MAS grababa uno de sus primeros trabajos, en el que conoció a la actriz Belén López, el actor de Castellón descansaba muy mal. Apenas dormía y esto, sentía, le perjudicaba al día siguiente en el rodaje. “Era mi segunda película y lo quería hacer muy bien”, cuenta a cámara, en su coche desde Los Ángeles. “En ese momento me estaba enamorando locamente de Belén López y se me mezcló todo. Un día me salío todo muy mal en el trabajo, llamé a mi padre se lo conté y me dijo: ‘no te preocupes, que hoy vas a dormir’”.

El héroe de la historia se hizo cuatro horas en coche desde Castellón hasta Madrid para darle unas pastillas de valeriana y, además, le regaló el mejor consejo amoroso: Llama a la chica que te gusta y dile lo que sientes. “La llamé, se lo dije, fue muy bonito… mi padre me dio la pastilla, se quedó a dormir conmigo y al día siguiente se marchó de vuelta, otras cuatro horas de viaje, para llegar a su trabajo”. ¿Qué sería de nosotros sin esos padres maravillosos que nos aconsejan y nos cuidan, tengamos la edad que tengamos?