La pasión no debe quitar jamás el conocimiento, y nosotros, por muy obnubilados que estemos con Kim Kardashian y su poderío (en todos los sentidos), tenemos que darle un tirón de orejas. La socialité ha tenido un desliz parecido al de Paulina Rubio, pero, con bastante menos tacto.

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Pau solo se equivocó en un nombre (¡vamos, a todos nos pasa!), pero Kim ha errado en las formas. La madre de North y Saint quiso mandar un mensaje de apoyo a Ariana Grande tras el atentado terrorista en su último concierto, y pensó que la mejor manera de llevarlo a cabo era con una fotografía de ellas DE FIESTA, porque, claro ¿qué ilustra mejor que un mensaje de apoyo tras una tragedia que una fotitio de ellas de risa? Probablemente, cualquier cosa. En la instantánea compartida, y posteriormente borrada ante el aluvión de críticas, se las ve a ambas y a Kendall Jenner en un concierto de Kanye West, y el texto que la acompañaba era el siguiente: “Los conciertos se supone que son sitios donde uno se puede relajar y pasarlo bien. Qué miedo no sentirse a salvo en este mundo @arianagrande te quiero”. Una foto muy inapropiada, pero probablemente era la única que tenían juntas, así que ella tiró de carrete de la cámara del móvil y ahí se la encontró.

Dado el egocentrismo atroz de la señora Kardashian (¡ey! La queremos, pero no podemos engañarnos), esta tuvo que hacer suyo el momento y compartir una foto de sí misma, porque de eso van sus redes: DE ELLA. Pero esta no era una ocasión en la que ser protagonista, había que recogerse, lamentar la tragedia mayúscula y apoyar, con tacto, a tu amiga. Esto último no era obligatorio hacerlo de manera pública, un mensaje privado seguro que hubiera sido mucho más acertado. Y menos polémico.

¿Con qué gesto, carente de todo tacto, ha incendiado Kim las redes?