‘Top Chef’ vuelve peleón. Y eso que ‘Masterchef’ no es una competencia. Chicote lo tiene más que claro. “No hay nada que nos puedan ofrecer. Es como si para preparar un Mundial de fútbol viéramos cómo funciona una pachanga de barrio”, dice categórico. Y eso es así porque, suaviza, en el programa de TVE “trabajan con aficionados” mientras que en el de Antena3, los concursantes son profesionales de las cocinas y por lo tanto “somos tan diferentes que ni ellos pueden copiarse de nosotros como tampoco podemos utilizar los mecanismos de ellos. Hacerlo no tendría sentido”. Porque las pruebas, como elemento diferenciador, se complican, aseguran, el nivel gastronómico es más exigente y porque el calibre de los cocineros aspirantes a ‘Top Chef’ español es más alto.

 

Y por si esto fuera poco, desde Boomerang, la productora encargada del formato, se especifica que los concursantes “son reales, todo lo que pasa en la cocina es real, el tiempo y las condiciones de trabajo también son de verdad y nadie tiene más información que nadie para elaborar un plato”. Por lo demás, fuera de polémicas, todo sigue igual: Chicote, por supuesto, encabeza el jurado, Susi Díaz, repite como su mano derecha y, eso sí, se incorpora el estrella Michelin gallego Yayo Daporta que, en palabras del cocinero de ‘Pesadilla en la cocina’, “acaba de llegar y joder, no veas cómo manda”.

 

Se estrena este mismo lunes, a las 22:30 y sus responsables prometen mucha más espectacularidad que en la primera edición. El casting, afirman, es aún más brillante, y sobre todo, más variado, no van a repetir perfiles y señalan que cada cocinero aspirante tiene una gran personalidad, que no sólo muestran en sus platos si no también como personajes televisivos, aunque éste, para Chicote, sea un aspecto secundario. “A mí lo que me interesa es que me dejen con la boca abierta. Y muchas veces casi se me ha caido al suelo”.

 

Durante 15 entregas, 16 cocineros lucharán por el juego de cuchillos del programa, aunque ya en el estreno 4 tendrán que abandonar los fogones y uno, por primera vez, será un amateur elegido a través de la web de la cadena de Atresmedia. “El reto era sorprender. Los nuevos concursantes, tontos no son y como poco se habrían visto la anterior temporada, así que, teníamos que no repetirnos, hacer lo que no habíamos hecho y convertir la cocina en un contrarreloj, obligarles a funcionar de un modo inmediato, ágil y brillante”, señaló Chicote para quien los aspirantes han logrado superar “pruebas que parecían imposibles y resolverlas no medio bien, sino como absolutos milagros”. Tanto es así que, en palabras de Susi Díaz, los veían con tantas ganas y elaborando platos tan complejos que le suscitaron una duda. “¿son mejores que nosotros?”.

 

“Nadie es un diez en todo. No todos conocemos todos los productos al 100%, va en función de la cocina de cada uno, de su entornoM, de su instrucción y de todo eso depende que una prueba se resuelva de manera brillante o que la pifies”, prosiguió la cocinera valenciana quien encarna la parte más cariñosa del jurado, “porque defiendo el amor y la pasión por la cocina”, mientras que Chicote y Daporta, la más taxativa o exigente.

 

“Esto funciona cuando se trabaja al 120%. Si no se pone toda la carne en el asador y se cree que la prueba en sencilla, no se trabaja de la misma manera, y eso consiste en trabajar en sacar todo lo que se lleva dentro”, explica Chicote quien se ha sorprendido, confiesa, de lo duro que es el tercer cocinero en discordia, Yayo, incrementando la dificultad de las pruebas que proponía Boomerang en su intento de dar una vuelta de tuerca al formato.

 

“Yo le decía: ‘no les metas tanta caña, vamos a dejarles respirar’ y miraba a Susi y le decía. La madre que lo parío, cómo ha llegado el nuevo. Porque si el programa daba 50 minutos para un plato, Yayo replicaba: 40”. “No soy duro, soy exigente”, contestaba Yayo. El gallego, en un primer momento, dudó en incorporarse al programa, sin embargo, ahora no le importaría repetir una edición más. “Impone. Al principio estaba más nervioso, pero con el paso de los programas, creo que hay una evolución y que se me ha despertado también una atracción hacia la tele. Estoy muy contento de haber dicho sí”.