Isabel II afronta la recta final de su año más escandaloso

Por un lado están los problemas que tienen a la propia Isabel II como protagonista. El estreno de la tercera temporada de la serie The Crown, en el que se abordan temas como su supuesta infidelidad al duque de Edimburgo o los asuntos políticos que rodean a su país son temas que le mantienen alerta y que le generan mucha tensión

Ha visto cómo Sarah Ferguson ha regresado con fuerza a algunos eventos de la familia real británica. Ha tenido que oír rumores de crisis entre el príncipe Carlos y Camilla Parker Bowles.

Ha sufrido por los problemas de salud de su marido el duque de Edimburgo. Y ha visto cómo su nieto el príncipe Guillermo y su mujer Kate Middleton han recibido algunas críticas negativas.

Pero hay dos temas que tienen de verdad preocupada a la reina de Inglaterra. Uno es el de Meghan Markle y el príncipe Harry. Que su nieto y su mujer no hagan caso a sus normas, que hablen en público sobre su vida privada, que cuenten con expertos de fuera de Buckingham Palace para gestionar sus asuntos, que se sientan agobiados por la presión de la prensa o que necesiten varias semanas de descanso para alejarse de Reino Unido es algo que la reina de Inglaterra no se quita de la cabeza. Tanto es así que no duda en acudir a verles siempre que puede para ofrecerles su apoyo.

El otro asunto que más quebraderos de cabeza le da es la polémica en la que está envuelto su hijo el príncipe Andrés. El duque de York lleva meses involucrado en el caso Epstein.

Ausencias, entrevistas o acusaciones son algunas de las situaciones a las que se ha tenido que enfrentar el ex marido de Sarah Ferguson. Y su madre, Isabel II, los está sufriendo más que nadie.