Ya lo contó antes de poner rumbo al viaje que la iba a llevar a conocer los orígenes de Edmundo Arrocet, coger un avión no le hacía gracia. Para superarlo, Carmen Borrego confesó a las cámaras que optaba por ‘doparse’, es decir, tomar algún tipo de medicación relajante para poder hacer frente a las largas horas del trayecto. Un miedo muy común que, según ha contado a su regreso a Madrid, va superando poco a poco.

Algo antes de las 7 de la mañana la productora televisiva pisaba tierra española tras ocho largos días de viaje. Aunque cansada por el trayecto, Carmen no ha tenido problemas en atender a los medios, a los que ha asegurado que cada vez se le hace menos difícil volar, “cada vez un poquito mejor”, ha asegurado. Además, parece que la necesidad de tomar algo que la relaje también está disminuyendo con el tiempo, “cada vez me dopo menos, llego más normal”.

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Sin duda, una noticia estupenda, sobre todo para su marido, José Carlos. Si bien Carmen seguirá prefiriendo que él la acompañe en los viajes, el empresario ya puede respirar algo más tranquilo cada vez que su mujer tome un avión al saber que cada vez lo lleva mejor.

Sobre cómo ha ido la aventura en tierras americanas, un periplo que veremos pronto en la próxima entrega de ‘Las Campos’, Carmen ha asegurado que Bigote ha sido un anfitrión “fenomenal” y lo que lo han pasado estupendamente. “Ha sido un viaje muy familiar, Edmundo nos ha enseñado muchísimas cosas de su infancia y yo creo que, cuando está toda la familia junta y bien, siempre es bonito”.

Mientras que Borrego no ha tenido reparos en hablar, Terelu parecía bastante más cansada y ha preferido guardar silencio. También estaban agotados María Teresa y Edmundo, que han contado que estaban “muy cansados” y que los vuelos han durado muchas horas. Aún así, la periodista ha tenido energías para lanzar un deseo sobre el futuro capítulo del reality: “ Espero que os guste”.