La preciosa Brianda Fitz-James Stuart tenía un sueño: tener en casa dos gatos British Shorthair, unos animales monísimos, que parece que no son nada de fáciles de conseguir. Este deseo se hizo realidad en abril del 2014, cuando, por desconocimiento, asegura ella, se acercó con su chico a comprarlos a una tienda de mascotas, la misma con la ahora se querella por venderle dos ejemplares enfermos. “Pensaba que el lugar más seguro para adquirir animales eran en las tiendas de mascotas y que al pagar te asegurabas de que los animales estarían cuidados y sanos... ¡qué equivocada estaba!", escribió el junio pasado en su blog.

En el lugar en cuestión, Puppies Madrid, Brianda compró dos hermosos ejemplares, un macho y una hembra, Arigato y Ágata. Los animalitos nada más llegar a casa empezaron a presentar problemas. El macho era el que más débil estaba. Lo llevó al veterinario y este le confirmó lo peor. “A Arigato le diagnosticaron panleucopenia, un virus mortal y muy contagioso. Ágata no presentaba síntomas, pero al haber estado todo el tiempo juntos ni me recomendaron que los separara, porque Ágata seguramente ya estaba contagiada”. A los dos meses Arigato murió. La hembra todavía está con ella, es la protagonista de muchas de sus fotografías en redes sociales, pero también es portadora del mismo virus. De momento, el animal no lo ha manifestado, aunque ella lo define como “una bomba de relojería que puede explotar en cualquier momento”.

La nieta de la Duquesa de Alba quiere vengar a sus animales, y hacerlo también por todas las criaturas con las que el establecimiento hace negocio. Es por eso que pide a la tienda 6.403,04 euros, tal y como informa Vanitatis. 3.000 euros por daños morales, 1.500 euros de la enfermedad de Ágata, más sus gastos de veterinario 1.358,54 euros y el dinero que pagó en su día por el macho, 544,50 euros.

Y un apunte. A todas las personas que estéis pensando en incluir en vuestra vida una mascota, ¿por qué no le dais una oportunidad a la adopción? En los refugios hay decenas de animales deseando que los quieran.