Ya lo hemos pillado, David. Nos quedó bastante claro que entre tú y Chenoa no hay nada que hacer. Que lo vuestro se acabó. Finito. The end. Pero tú te empeñas en recordárnoslo y en dejarlo taxativamente claro: tu corazón solo se desboca cuando oye un nombre, el de Rosanna Zanetti.

El almeriense, que es un romántico empedernido, ha asegurado en más de una ocasión que su amor por la modelo y actriz es algo diferente a lo que hasta ahora había vivido. Ha dicho que comparten gustos y que son tan parecidos que ella pareciera su versión femenina. Chenoa, está claro, no era ninguna ‘Bisbalina’.

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El artista andaluz ha colgado una foto de lo más romántica en sus redes. ¿Su intención? Recordarnos, por si durante una fracción de segundo lo hemos olvidado, que él es un hombre enamorado. Y no enamorado del pasado, sino del presente y del futuro al lado de esta guapa joven. Nos parece perfecto, David, pero ¿no podías haber jugado un poquito más con nuestra ilusión? ¡Sólo te pedíamos un final como el de Manu Tenorio y Nuria Fergó! O, bueno, si preferías algo más casto, un besito en la mejilla también habría estado bien. Somos así de básicos, nos encanta el contacto y la nostalgia, ¡no nos culpes!

Pero para devolvernos a la realidad ya está David, que nos reitera de manera gráfica que no piensa ni un solo segundo en su amor de juventud y que Rosanna llena sus pensamientos.

La pregunta que nos surge es si Zanetti, consciente de que Bisbal la venera, ¿cómo habría encajado un ‘piquito’ entre su chico y su ex? Habría sido una novia comprensiva a la que le hubiera parecido estupendo, en arras de finiquitar la actuación de la manera más apoteósica posible, o por el contrario el monstruo de los celos habría asomado a sus ojos. Nos quedará la duda para siempre.