Después de su visita a Mirador de Montepinar no nos extrañaría que Bertín Osborne decidiera comprarse un piso en la urbanización. El entrevistador ha visitado a los actores de 'LQSA' para celebrar con ellos los diez años de la serie, una de las más longevas que aún sigue en antena y con una salud excelente.

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Los vecinos de la comedia de más éxito de Telecinco se asomaban a una nueva entrega de 'Mi casa es la tuya' y abrían su corazón a Bertín quien, con su característico talante, abordaba con ellos alguna de sus experiencias más dolorosas. Así, hemos descubierto que Nacho Guerreros y Vanesa Romero se dejaron seducir por el mundo de la interpretación después de haber sufrido bullying y acoso escolar durante buena parte de su infancia. “Decidí ser actor por el acoso escolar. Acabé la EGB muy bien. Se me daba muy bien dibujar y a mi tutor se le ocurrió decirle a mis padres que me matriculara de delineante. Allí me hacían la vida imposible y ese trato que tuve allí me dio el empujón”, contaba Nacho, quien además reveló haber vivido una experiencia muy enriquecedora a nivel personal mientras trabajó con personas con discapacidades. "Las personas que tenemos lucidez y dos patitas para andar creo que nos quejamos de vicio”, le contaba a Osborne referente a esta experiencia vital.

Una trayectoria vital similar a la de Nacho fue la que también tuvo Vanesa Romero, quien también sufrió la crueldad de sus compañeros de clase e incluso obligó a sus padres a cambiarla de colegio. “Me hicieron la vida imposible en el colegio. Pasé una etapa de mi vida un poco complicada en la que hasta me tiraban por las escaleras. Me refugié mucho en mis padres y en el deporte, que me ha dado muchas cosas. Me cambiaron de colegio y allí fue peor. Al final pasó", confesaba la actriz.

En cuanto a Eva Isanta, la suya es una vocación que la lleva en la epidermis desde toda su vida. Lo tuvo muy claro siempre y se lanzó a hacer teatro no profesional ya a los 15 años, tales eran su hambre de escenario. Su pasión no fue entendida en casa y contó a Bertín el impacto que supuso para su familia conocer que quería ser actriz. “Quería ser actriz porque tenía una necesidad de contar cosas. Empecé a hacer teatro no profesional a los 15 años. A los 19 años fue cuando dije que me quería dedicar a eso y no se lo tomaron muy bien. Fue un choque familiar”, contaba Isanta en su cara a cara con el cantante.

Por su parte Jordi Sánchez más que tener él un 'problema', serían sus hijos quienes tienen un 'problema' con su fama. Aunque su personaje, Antonio Recio es un testarudo y un tanto agresivo, Jordi no tiene nada que ver con él y no puede negarse a cuando su hijo le pide que "me ponga la gorra" para que no le estén reconociendo y parando constantemente por la calle. “La niña lo lleva bastante mejor que el niño”, aseguraba resignado Sánchez.