Por fin ha llegado lo que llevábamos esperando meses: Bertín y Arévalo se han reconciliado. El presentador y el humorista han decidido dejar de lado la disputa que empezó por la famosa fotografía de la paella que compartieron con el rey emérito Juan Carlos y que Arévalo hizo pública en su Twitter meses atrás (cosa que no agradó a la Casa Real). Pero, ¿quién ha dado su brazo a torcer? Ha sido el mismo Bertín Osborne el que ha decidido perdonar la 'ofensa' de Arévalo e invitarle al concierto que dio anoche en Valencia para hablar y que todo vuelva a ser como ha sido durante 30 años. Aunque Arévalo adelantó que no iba a poder asistir al evento, ya que se encuentra en Ubrique por el bautizo del hijo de unos amigos, el propio cómico ha asegurado que ya han puesto una nueva fecha para quedar muy pronto y zanjar el asunto que tanto molestó a Bertín.

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Bertín Osborne

¿Qué ha pasado para que, finalmente, los dos amigos hayan olvidado el incidente? Sin duda, la entrevista con la presentadora María Teresa Campos en la grabación del nuevo episodio de Mi casa es la tuya ha supuesto un punto de inflexión en esta disputa. En esa conversación con María Teresa Campos, que se emitirá el próximo miércoles 1 de noviembre, Bertín dejó de ser entrevistador para ser entrevistado y habló con sinceridad y afecto de su amigo Arévalo.

A Teresa Campos le había causado mucha tristeza que dos personas a las que ella adora y admira, como son Bertín Osborne y Paco Arévalo, no se hablaran. Así que decidió aprovechar la ocasión para tomar cartas en el asunto. "Tú lo has querido mucho... a Paquito Arévalo", le decía María Teresa mientras estaban sentados en su sofá. A lo que el también cantante y actor respondía que no es solo aprecio lo que siente, todavía, por su amigo. "Yo lo adoro. Es como mi hermano", decía Bertín.

Parece que Teresa Campos surtió efecto y que Bertín y Arévalo van a volver a tener la misma buena relación que habían tenido durante 30 años y, si se tercia, a trabajar juntos. Lo que sí podemos decir es que, de ser así, no solo Maria Teresa se alegra por ellos.