Pese a todo lo publicado, Antonio Rossi, hablando por boca de su amiga Belén Esteban, ha desmentido que Andrea Janeiro llamase a su padre, Jesulín de Ubrique, a raíz de los últimos sucesos.

El torero, que se encontraba participando en una corrida celebrada en un pueblo abulense, sufrió un golpe de calor y se temió por su estado de salud, ya que estas últimas semanas han debido ser especialmente complicadas para él, puesto que su mujer permanece recibiendo tratamiento en una clínica psiquiátrica en Málaga.

Según publica El Español, la hija mayor del de Ubrique, alertada por las informaciones vertidas en los últimos días, se habría preocupado y habría aprovechado un impass en sus vacaciones para charlar tranquilamente con su padre. Información que también corroboraba Carmen Pardo, amiga personal de la familia Janeiro Campanario. Según esto, Andrea necesitaría saber, por boca del protagonista de las noticias, cuál era su verdadero estado de salud, ya que existen muchas contradicciones al respecto.

Pero nada de eso. Belén niega que se haya producido una conversación entre padre e hija. De hecho, la de Paracuellos afirma que la última vez que ambos hablaron fue con motivo del 18 cumpleaños de Andrea, cuando él la llamó expresamente para felicitarla.

Meses atrás, tal y como pone de manifiesto el periodista Pepe del Real, se habría producido otra conversación, esta vez hablaron de un un tema importantísimo: los estudios en el extranjero de la joven. Pese a que en un momento se dijo que él contribuiría económicamente, después el torero se desdijo. En esa llamada, Jesulín le expuso sus razones para no hacerlo, pero le pidió a su hija mayor que si necesitaba que se lo pidiera, ella le dijo que no se preocupara, ya que su madre correría con todos los gastos pertinentes.

Lo último que sabemos de Andrea es que estaba en Malta disfrutando de sus primeras vacaciones como mujer adulta. En la isla no solo estaría mejorando su nivel de inglés y preparándose para lo que está por llegar sino, también, disfrutando de la playa y de las noches de fiesta.

El propio torero ha querido desmentir, a través de unas declaraciones al periódico ABC, que esté mal, es más, ha asegurado encontrarse “como un toro”, y ha alardeado de su estupenda forma física que no solo le permite correr varios kilómetros al día, sino, también, permitirse hacerse varios largos en la piscina tras su pequeña maratón.