Iba a ser una noche muy, muy especial, aunque los concursantes no tuviesen ni idea. Belén Esteban llegaba a la que fue su casa con una misión importantísima. Pero, claro, ¡cómo iba a reprimirse estando dentro de GH Revolution! La colaboradora se mordió la lengua pero no pudo evitar dejar dos importantes mensajes en el aire. Dos claves que podrían significar una vuelta enorme en el concurso. Ay, Belén, ¡la que has liado, pollito!
Se notaba que estaba muy nerviosa y emocionada. Belén Esteban no podía dejar de mover las manos mientras hablaba con el súper. Volvía a la que fue su casa, donde tan bien lo pasó y sí, tanto sufrió. Belén se entregó a Gran Hermano con toda el alma y se llevó el maletín. Ahora, regresaba a Guadalix para encender las luces de la Navidad y, de paso, charlar un poco con los concursantes. Los pobres no tenían ni idea de lo que iba a ocurrir. Vamos, a Pili casi le da un ataque.
“¿Estás preparada para la misión que te hemos encomendado?”, le preguntaba el súper a la princesa del pueblo. Belén respondía afirmativamente. “En tu edición no hubo luces”, le recordó. “Aquello que te faltó, vas a tener la oportunidad ahora”. Y ¡tachán! Luces navideñas encendidas. Los concursantes esperaban atentos en otra sala. Ay, cuando apareció la imagen de Belén en su salón no se lo podían creer.
“¿Qué tal, Pili?”, corrió a decirle Belén en cuanto pudo reunirse con todos los habitantes de la casa. “¿Estás contenta?”. Sin duda, era la concursante más emocionada de todos, aunque casi ninguno podía articular palabra. Belén fue saludándoles uno por uno, repitiendo sus nombres y dejando claro que es una de las firmes seguidoras del formato y que se las sabe todas. “Rubén, el ligón”, le dijo al concursante más rompecorazones.
“Os he traído un regalo pero hay una condición”, les explicó tras el encendido de las luces. “Este regalo no lo podéis abrir hasta que os den instrucciones”. Todos se quedaban muy pensativos. Belén aprovechó el momento para dejar dos importantes recados. “Pili, ten claro una cosa. Tú gustas por ser como eres, que hay algunas que son de 90-60-90 y que van de diosas, que no se te olvide”. La concursante no podía estar más agradecida a las palabras de Belén.
“Hugo, te voy a decir una cosa, más vale solo que mal acompañado”. ¡Toma zasca! Incluso el resto de participantes se quedaron con la boca abierta tras el oportuno consejo de Belén. “Lo que tenéis que hacer es disfrutar, que aquí habéis entrado solos”. Ah, y no faltó también el canto de libertad para Yang. “Sigue cantando y bailando. ¡Ve a tu rollo!”, le aconsejó Belén.
La colaboradora se despidió de todos, no sin antes hablar con Jorge Javier a través de la televisión. “Belén, estoy viendo que te tienes que morder la lengua”, le picaba el presentador. “Pues sí, porque, ¿sabes lo que pasa? Que en esta casa se ve todo fuera. ¡No lo olvidéis!”. Con esas sabias palabras, Belén abonaba la que siempre será su casa. ¡Qué recuerdos!