Los mensajes que Toño Sanchís hizo públicos esta semana tuvieron su respuesta ayer por parte de Belén Esteban, muy tocada por el tema que ha involucrado a uno de sus hermanos a los que ella siempre ha tratado de proteger de la presión mediática.

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Belén explicó que, efectivamente, esos mensajes los había envíado su hermano. "Al principio, no me lo creí, pero cuando ayer hablé con él y me lo reconoció, yo me volví loca. Es verdad que los mensajes son de mi hermano, pero hay que ver también qué es lo que le contesta el otro [Toño]". Belén explicó que durante muchos años, Toño y su hermano tuvieron una relación muy estrecha. "Cuando pasaba algo, mi hermano acudía a Toño, porque era quien estaba conmigo".

La colaboradora reconoció que derramó muchas lágrimas tras la aparición de los mensajes. "Ayer tuve muy mal día, pero he pasado por lo peor y he salido, así que también saldré de esta". Y admitió también que, como se ve en los mensajes, hubo una época en la que no trataba muy bien a su familia. "Tuve una época muy mala en mi vida y mi familia no lo pasó bien. Ellos no me comprendían y les gritaba. Yo estaba inaguantable. Pero eso ya pasó".

Lo que nunca esperaba Belén es que su hermano -al que familiarmente llaman Cuqui- llamara al programa e hiciera una tremenda confesión pública: "Pido perdón a mi hermana y a Miguel. Yo mando esos mensajes, así que el desagradecido soy yo, el sinvergüenza soy yo y que se ha fiado de alguien del que no se tenía que fíar soy yo. Hay mensajes en los que doy a entender de que mi hermana no cuida a la familia, pero ella ha sido muy generosa con nosotros". El hermano de Belén comenzó a enumerar la enorme cantidad de gastos que les ha pagado a él y a su mujer: 3.000 euros de la caldera, 16.000 euros para un coche, el bautizo de su hijo, las obras de su chalé...

Belén, al oír a su hermano, se rompió: "No me tienes que pedir perdón. Eres mi hermano y lo volvería hacer". Más tarde, tuvo otra llamada sorpresa, la de su amiga Mariví, que también la hizo llorar: "Sabes que tienes mi apoyo incondicional, que te quiero. Anímicamente no estás bien, porque tienes un juicio cerca, pero estamos todos apoyándote".