A algunos les tocaba muy de cerca. Barcelona es su ciudad, las Ramblas es el lugar que tantas veces han recorrido, tan vinculado a sus recuerdos felices. Otros, aunque no son sean de allí, la sienten, porque tras el atentado perpetrado ayer por la tarde, todos somos Barcelona.

Apoyo a las víctimas del atropello masivo, solidaridad y fuerza para todo aquel que ha perdido a alguien querido, consternación al comprobar que el miedo, esta vez, nos ha tocado de lleno. Palabras de angustia, pero, también, palabras plagadas de amor. Sirviendo de rayo de esperanza y de salvavidas para todo aquel que se encuentra perdido en medio de esta bruma negra que trae consigo un gesto de tanto odio.

No es momento para odiar a nadie. A nadie. La situación que estamos viviendo, el atentado que ayer paralizó nuestra ciudad, es fruto de este sentimiento. Somos víctimas de él. La única manera de combatirlo es con su contrario, el amor. La actriz Natalia de Molina lo expresaba perfectamente en su cuenta de Instagram. “No debe haber odio. Sólo amor. Humanidad... que no se pierda la humanidad, por favor. Es lo único que nos queda. BARCELONA es hoy muchas ciudades del mundo en una. Sin continentes, sin fronteras, sin nacionalidades... Todos y cada uno de nosotros solos con nuestra propia piel. Mi alma, mi corazón y mi ser en todas ellas ❤️#BarcelonaAmbTu #BarcelonaContigo”.