Tiene tan solo 25 años pero parece que lleve siglos con nosotros. A Alberto Isla le conocimos siendo casi un adolescente. Apareció de la mano de Isa Pantoja y se convirtió, a la vez, en su novio y el padre de su hijo. Desde entonces, han pasado muchísimas cosas. Rupturas, reconciliaciones, incluso una boca con la ex del hermano de su ex. ¡Cómo no se nos va a hacer largo! Ahora, ha cruzado el charco para participar en Supervivientes. Una experiencia que nos ha devuelto a un Alberto que no conocíamos. Y es que la transformación, a lo largo de los años, es evidente en todos los sentidos...
Si tuviésemos que estudiar la trayectoria de Alberto Isla en una universidad -al ritmo que va la vida, todo es posible-, nos tocaría dividirla en tres etapas muy diferenciadas: Cantora, tronista y Supervivientes. Tres Albertos que poco tienen que ver entre ellos. Parece todo cosa de ciencia ficción pero es más real que el hambre que pasan los Supervivientes en Honduras. Desde que le conocimos como novio de Isa Pantoja, Isla ha cambiado mucho. Transformaciones radicales tanto por dentro como por fuera.
En sus primeros pasos en la fama le vimos tímido y apocado. Ajeno a las cámaras y parapetado detrás de la hija de la tonadillera. Tampoco le duró mucho. En cuanto la relación empezó a hacer aguas, salió el verdadero carácter del joven. Pasó a ser una estrella con interés propio y se le juntaron las polémicas. De repente, era un habitual de los programas de televisión y arremetía contra los Pantoja con saña. ¡Quién hubiese pensado que volvería al redil unos años después!
Alberto se reinventó en tronista y le cogió afición al gimnasio. Dejó su imagen de señorito para apostar por la lycra, las camisetas y el músculo reventón. Su paso por Mujeres y Hombres y Viceversa tampoco es que haya quedado para la historia, pero marcó un camino que a muchos les gustaría seguir. Siempre pivotando alrededor de Isa Pantoja, su destino profesional parece ligado al de la hija de la cantante. Con la reconciliación llegó también su nuevo destino: Supervivientes.
Alberto era ya el último del clan que nos quedaba por ver en Honduras y, por el momento, ya ha conseguido sacarle una lagrimita a su doliente novia. Aunque, claro, con el enfrentamiento entre Isa y Alejandro Albalá, tampoco le queda mucho margen al pobre. Puede que su aventura termine antes de lo imaginado -se enfrenta a la nominación esta misma semana-, pero, al menos, le servirá para abrir una nueva etapa en su vida. ¿Cómo será el próximo Alberto Isla? ¡Quién lo sabe!