Así fue la vida de Junior

“Lo que nos queda es que está con mi madre”, decía Carmen Morales con los ojos llorosos, sin creerse todavía que su padre, Antonio Morales ‘Junior’, había muerto en su domicilio de Torrelodones, a los 70 años, aparentemente por causas naturales.

"Estoy impactada, todo es muy desagradable, sobre todo, cuando no es una muerte esperada. Había estado viendo ‘Supervivientes’, estaba feliz, estaba perfecto...”, explicaba Carmen, que añadió: “Llevaba ocho años en tratamiento y estaba controlado por sus médicos, aunque anímicamente siempre estuvo regular. Nunca estuvo bien después de que mamá ya no estuviera".

Junior se acostó con toda normalidad en la noche del lunes 14 y ya “no se despertó”, explicaba Ricky Morales, hermano del difunto.

La vida de Junior podría dividirse en tres partes bien diferenciadas: la del músico que triunfó en la España gris de los años 60; la del esposo, a la sombra del éxito de su mujer, Rocío Dúrcal, como ‘reina de las rancheras’; y la del viudo, un hombre deprimido, peleado con sus hijos y convertido en carne de programas del corazón.

El largo viaje a España

Junior, cuyo nombre completo es Antonio Morales Barretto, había nacido en Manila, el 10 de septiembre de 1943, en plena Segunda Guerra Mundial, cuando Filipinas estaba ocupaba por los japoneses, aliados de Hitler.

Hijo de padre español y madre filipina, desde bien pequeño empezaron a llamarlo Junior para diferenciarlo de su padre. Era el mayor de cinco hermanos y creció hablando tres idiomas: castellano, inglés y tagalo. En 1954, siendo Junior todavía un niño, la familia hizo un largo viaje (mes y medio a bordo de un barco que recaló en el puerto de Barcelona) para establecerse en España.

En lo musical, Junior fue un pionero en nuestro país. Influenciados por los Beatles, empezaron a florecer grupos de cantantes-músicos-compositores, como Pekenikes (1959) y Los Brincos (1964), los dos conjuntos en los que Junior, junto a Juan Pardo, comenzaron a hacerse conocidos. Las diferencias con Fernando Arbex, líder del grupo, llevaron a Junior y a Juan Pardo a dejar Los Brincos y formar un dúo, Juan y Junior. ‘Anduriña’ –cuya carátula del disco fue dibujada por Picasso– fue su gran éxito, pero el dúo se disolvió en 1969. 

La mujer de su vida

En 1965 y durante el rodaje de ‘Mas bonita que ninguna’, conoció a Rocío Dúrcal, la que sería la mujer de su vida y con la que contrajo matrimonio en 1970. Curiosamente, Rocío –a la que, cariñosamente, llamaban Marieta– fue primero novia de Juan Pardo, pero la cantante siempre dijo que lo hizo para darle celos a Junior. Sea como fuere, su ‘táctica’ le funcionó, ya que, nueve meses después de iniciar su noviazgo, se casaban en el monasterio de El Escorial. De su unión nacieron tres hijos: Carmen (43), Antonio (40) y Shaila (34).

Durante los 36 años que estuvieron casados, Junior vio cómo se apagaba su figura artística ante el fulgurante éxito de su esposa, toda una estrella en México. Junior, tras fracasar en algunos intentos por volver a la canción y al cine, se dedicó a cuidar de sus hijos y a llevar la carrera de ‘la reina de las rancheras’. Tal fue su entrega que nunca llegó a superar la muerte de Rocío Dúrcal.

El 25 de marzo de 2006, el cáncer se llevaba a Marieta y Junior se vio sumido en una profunda depresión que, hasta el mismo día de su muerte, le obligaba a medicarse. La herencia de Rocío lo enfrentó duramente con sus dos hijos mayores –Shaila se mantuvo al margen de la polémica–, que lo llevaron a los tribunales. Fueron unos años muy duros para Junior en los que vio desaparecer a su mujer (2006), a su padre (2007) y a su madre (2012); distanciado de sus hijos y protagonizando entrevistas televisivas de dudoso gusto. Afortunadamente, Shaila logró que su padre y sus hermanos se reconciliaran y, en los últimos tiempos, la relación fue mucho más fluida entre ellos.