El plato que Paula Echevarría nos presentaba anoche a la hora de la cena, nos lo dejaba claro: la actriz todavía seguía atorada de las comilonas navideñas. Las salsas, los aperitivos, mantecados, polvorones, turrones… ¡hemos comido estas Navidades como si fuesen las últimas fiestas que íbamos a celebrar! Y, claro, ahora toca compensar. Paula, por ejemplo, ya ha empezado. Estos días cena más ligero, como el revuelto que nos mostraba a través de las redes con garbanzos, huevo y espárragos.
“Hasta dónde estaré de comida para que el cuerpo me pida a gritos "límpiame"!!! 😂😂😂😂😂😂😂 #PostNavidad #ComidaLigerita”, a la de ‘Velvet’ le funciona volver a la alimentación ordenada y equilibrada y apostar por productos ricos en fibra y proteínas. Cuidando lo que pone en el plato, seguro que en pocos días acaba con esa sensación de perpetua pesadez que muchos todavía arrastran desde diciembre.
Para los que el culto al cuerpo es casi una obligación, tenemos los consejos de Luis Rollán, que presume de ‘body’ a la mínima de cambio en las redes. En cuanto te descuidas… ¡pum! Ahí está el periodista sin camiseta. Estos son sus ‘tips’ para volver a las medidas a.N. (antes de Navidad). “Rollan-Consejos Post Navidad. Come sano, come bien. Deshazte del los restos de dulces navideños (pero yaaaaaa)y llena tu nevera de alimentos saludables. Asegura un aporte adecuado de fibra. Que nunca falten las verduras depurativas cómo alcachofa, puerro, apio, cebolla, berro, etc. Toma fruta: opta por las ciruelas, las naranjas, piña, pera, etc. Toma alimentos integrales como cereales y derivados. Come 5 veces diarias, así reduces la sensación de hambre. Haz deporte !!! planifícate una rutina de ejercicio físico diario, te sentirás genial”. Dicho así hasta parece fácil.
Pero para fácil, el entrenamiento que se ha buscado Boris Izaguirre, bueno, eso era lo que él pensaba, porque, al final, la electroestimulación, que parecía más relajada que una sesión de pesas, ha resultado ser una de las actividades más agotadoras que ha realizado el periodista. Si es que ya lo decía el refrán (o Luis Rollán): para presumir, hay que sufrir. Aunque siempre estamos a tiempo de darle la vuelta al chascarrillo.