Bimba Bosé dejó una huella imborrable en todas aquellas personas que tuvieron la suerte de conocerla. Su muerte ha sido prematura, pero para su círculo de amistades y para sus familiares su luz seguirá brillando con la misma intensidad. Una de los rostros populares que ha expresado el impacto y el dolor que le ha causado la noticia del fallecimiento de la modelo, a los 41 años tras una larga lucha contra el cáncer ha sido la reina de las mañanas, Ana Rosa Quintana.

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La presentadora no podía disimular su aflicción ante esta pérdida, pero no hemos conocido hasta ahora las coincidencias de peso que habían hecho que sus vidas se encontraran, más allá de galas y actos públicos donde se juntan toda clase de famosos relacionados con el mundo del espectáculo. Sotogrande (Cádiz) ha sido y es un lugar clave en sus vidas. Allí ambas han encontrado la tranquilidad y la felicidad de las tierras, el mar y el clima agradable del sur. La urbanización fue el refugio de Bimba en sus últimos meses de vida, donde se trasladó con toda su familia. Y para Ana Rosa es el lugar de asueto preferido al que va en la época estival con su marido Juan Muñoz y los hijos de ambos, los gemelos Jaime y Juan. Era evidente que allí habrían coincidido y se habrían saludado en más de una ocasión.

Pero, precisamente, es a través de sus hijos que se establece su punto de unión más directo y estrecho, pues ambos compartían clase con la hija mayor de la musa de David Delfín. "Su hija Dora y mis hijos iban a la misma clase antes de que se fueran a Sotogrande", revelaba afectada. "He ido a los cumpleaños de Dora con ellos y he estado con ella", explicaba en un acto público reciente, "además, en Sotogrande también la he visto mucho este verano con las dos niñitas". Preguntada por la actitud madura que está demostrando la hija mayor de Bimba ha hecho hincapié en que solo es una niña de 12 años que se ha encontrado con el trance de perder a su madre demasiado pronto:"Creo que se está haciendo la valiente, pero es una niña en una edad muy difícil y va a echar mucho de menos a su madre. Aunque tiene a su padre, a sus abuelos y a toda su familia, pero una madre para una niña en estas edades es muy importante".

"Es que es terrible, era una mamá tan joven, con 41 años, con una niña de 5 y otra de 12", declaraba intentando manejar las emociones y el dolor. Ana Rosa ha ejemplificado el drama de la familia Bosé con las palabras de un amiguito de sus hijos y que la habían conmocionada al escucharlas: "Es que yo no sabía que las mamás jóvenes se morían".