Este martes, 'El programa de AR' nos ha enseñado que la tos no es el mayor enemigo de un presentador. Siempre puede optar por un socorrido vaso de agua para calmarla. Pero los ataques de risa floja como el que le ha entrado a Ana Rosa Quintana son de los que repelen cualquier solución. ¿Cuál ha sido el origen de tantas carcajadas irrefrenables que, incluso, han acabado contagiando al resto de compañeros en plató? Pues algo tan inocuo y común como un mechón de pelo. Pero no un mechón de pelo cualquiera, sino uno con historia, tanto por su propietario como por quien lo custodiaba hasta ahora.

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Ana Rosa, Patricia Pardo, Joaquín Prat y el resto de colaboradores de la mesa de sucesos se encontraban en faena, comentando las últimas novedades del periplo judicial de Pilar Abel por demostrar que es hija biológica de Salvador Dalí. Patricia, que estaba desarrollando los antecedentes de las cuatro pruebas de ADN que se había procedido a hacer para probar la paternidad del artista, ya empezaba en su explicación 'contaminada' por las risas de su jefa. Los espectadores desde su casa no lo podían ver pues, muy hábilmente, no estaban enfocando a Quintana que estaba haciendo grandes esfuerzos por contener lo que el mechón de pelo había desatado. Fuera de plano se la escuchaba reír y Patricia no paraba de hacer muecas para no estallar también en risotadas: "Si os reís todos, no lo puedo contar".

Ana Rosa se rendía al ataque de risa cuando la copresentadora explicaba las pruebas genéticas que se han hecho sobre "un mechón de pelo que le da Llongueras. Pero como no tenía bulbo, como no tenía raíz, no se le puede hacer". A la reina de las mañanas no le pudo parecer más cómico que el famoso peluquero guardara durante años pelo del artista de Cadaqués. "¿Cómo? ¿Pero es que Llongueras tenía pelo de Dalí? ¿Me lo estáis diciendo en serio?", decía entre carcajadas y resuellos incontrolados. Ni haciéndose a un lado podía calmarse y visto que se estaba convirtiendo en una misión imposible, la presentadora intentaba que no se le estropeara el maquillaje echando mano de un pañuelo.

"Todo en esta historia acaba desencadenando en el pelo", seguía Joaquin Prat alimentando la jocosidad del momento. La 'semilla' estaba plantada en la mente de Ana Rosa y, cada vez que se hacía la imagen mental del mechón, Dalí y Llongueras, empezaba de nuevo. "Ten cuidado cuando te vayas a rapar el pelo, Joaquín, no vaya a ser que nos guardemos un mechón como Llongueras.", decía con las lágrimas corriendo por sus mejillas.

Y es que el copresentador está dispuesto a cumplir su promesa "de raparme en directo antes de noviembre". Y totalmente desatada, su jefa, rizando el rizo, hacía la broma final: "Pues te digo una cosa, como alguien se guarde un mechón de pelo te pueden adjudicar una paternidad".