Las puertas del set de 'Velvet' se han abierto para recibir a la prensa en una convocatoria muy especial: dar a conocer la participación de Amaia Salamanca en la serie.

“No va a contestar ninguna pregunta personal y a nada sobre el embarazo”. Amaya Salamanca se incorpora al reparto de 'Velvet' a pocos meses de dar a luz y aunque han tenido que adaptar su personaje, Bárbara, a la eventualidad de que está embaraza, éste es un tema tabú casi, incluso, imposible mencionar. “Es que no quiero que la noticia sea que ‘estoy así’, si no que voy a hacer un papel en la serie”, se justifica la actriz. En un principio la llamaron para los dos últimos capítulos, pero al final su personaje tendrá continuidad. Supondrá su reencuentro televisivo con Miguel ángel Silvestre tras 'Sin tetas no hay paraíso', pero ésta vez, no se debatirá por su amor, sino que ya llega a la historia bien casada y en estado de buena esperanza. Eso sí, tampoco sabe si además de ejercer de madre en la vida real tendrá que hacerlo en la ficción. Un único desliz :“me hacía tanta ilusión trabajar que no podía esperar al ‘después de’”, suponemos que del parto.

“Sucedió que tenía muchas ganas de hacerlo y, con la coña de que en 'Gran Hotel' hubo varios embarazos ficticios, por qué no hacer yo el personaje cuando el mío es de verdad. Así que estoy encantada de poder estar en 'Velvet 'y de que adaptaran el personaje de Bárbara para que yo pudiera interpretarlo”.

¿Quién es Bárbara?

Es la cuñada de Cristina (Manuela Velasco) y mi personaje va a servir para abrirle los ojos a ella. Bárbara es muy observadora. Está todo el rato mirando todo lo que pasa a su alrededor. Se queda con todo y luego, lo suelta, así, de pronto, no de manera mal, sino porque dice lo que siente. Será quién le diga a Cristina que su historia con Alberto (Miguel Ángel Silvestre) no es tan idílica.

¿Es la mala entonces?

Es un personaje que está a vuelta de todo, que ha vivido muchas cosas ya, que sabe cómo sacar partido a la vida, como disfrutar y también cómo jugar. No es una arpía, es sincera, le gusta el juego y, valga la redundancia, también lo va a dar.

Tanto te gustaba el personaje que no has podido esperar…

¿A después de?

Exacto. Es que me encanta mi trabajo y si se me ofrecía esa oportunidad de poder interpretar a un estando en “este estado”, cómo iba a rechazarla.

¿Cómo fue el reencuentro con Miguel Ángel?

Genial. Hay una secuencia, la primera de hecho, en la que se dedica una frase a eso. “Ya nos conocíamos de antes”, dicen, que es un guiño muy chulo. Miguel Ángel está genial, como siempre, no ha cambiado nada.

Le diste una sorpresa ese día, ¿no? Él no sabía que empezabas el rodaje de la serie.

Sí. Le dí la sorpresa en maquillaje. Cuando me dijeron realmente que iba a trabajar en este proyecto, no podía decírselo a nadie. Yo, claro, me callé, porque me prohibieron absolutamente decirlo, ni a mis amigos íntimos. Así que, cuando me vio alucinó. Fue muy bonito porque nos tenemos mucho cariño y no entendía nada, se quedó mirándome, de piedra, sin entender ni mi peluca, ni mi barriga…

¿Cómo han sido las horas de grabación en tu estado?

Bien. Es que esa no es la noticia.

¿Se te hincharon los pies, estuviste cansada, lo sobrellevaste con energía?

Es que eso no tiene nada que ver con mi personaje.

Amaya, que estar embarazada no significa estar enferma.

Ya, pero prefiero que no.

Bueno, pues hablemos de tu personaje, que también está embarazada… ¿A ella le gusta estarlo?

Sí. Era otra época. En la que se lucía bastante la barriguita, en la que iban vestidas con mucho lazo, mucho color pastel, rosita azul, marcándose con un cinturón la tripa para que se notara…

¿Nada que ver contigo?

Soy muy distinta. Pero me encanta ese cambio de look. A veces, para quitarte un personaje de encima, hay que hacer un cambio y éste em lo permitía. La peluca, el maquillaje muy al estilo de Sofía Loren en la época. Nada que ver con 'Gran Hotel'.

Y personaje secundario…

Sí, me apetecía porque siempre he tenido el peso del personaje principal, de un personaje que sufre y por amor. Y éste, en cambio, se divierte. No sufre. Mis personajes siempre han sido muy sufridores. Ahora tengo que reirme, no tengo que llorar.

¿Te imaginas que te pones de parto en la serie?

Eso no va a pasar.

¿Y no te parece entrañable, divertido, memorable, el que este papel lo hagas embarazada? ¿No es un aliciente personal?

No, sólo lo veo como un trabajo que hoy por hoy quería hacer y me gusta.