Por LUIS NEMOLATO


El mismo vestido de látex color nude que Kim Kardashiam, firmado por el rey del fetichismo Atsudo Kudo, e igualmente sexy y voluptuosa. Eso si, mucho más discreta, en lo que se refiere a sus declaraciones y su 'privacy' que diría la rica heredera americana, queremos decir. Amaia Montero es una estrella en modos, pero la misma chica que salió de Donosti hace quince años a probar suerte en la música. Acaba de publicar nuevo disco y anoche daba un aperitivo en una pre pre pre gala de lo quedara de sí la Starlite este verano. Un mini concierto al que acudieron compañeras de profesión como Gisela, con unas medias que también dieron mucho que hablar, o Chayo Mohedano, que advirtió sin perder una amplia sonrisa al más puro estilo "dientes, dientes". "De mi familia no voy a hablar", aunque cuando se le pregunto por sus proyectos profesionales tampoco dijo ni está boca es mía. "Pronto, pronto os enterareis".

 

¿Nerviosa Amaia?

Antes de un concierto, siempre los hay. Pero muy contenta. Con ganas. Feliz por presentar mi disco y por estar en la Gala Starlite 2015.

 

¿Es tu primer concierto con 'Sí Dios quiere yo también'?

Es un concierto muy especial. No será todo el disco, pero muy emocionante porque culminó más de dos años y medio de trabajo.

 

Habrá que cruzar los dedos entonces... Por cierto, ¿tienes algún ritual antes de salir al escenario?

No, nada. Me gusta estar tranquila. Nada más. No tengo ninguna superstición. Procuro que nada me moleste, estar concentrada. Quizás, lo único: que me santiguo justo antes de salir.

 

Y vaya como vas a salir hoy...

(Risas) ¡Sí! ¿Te gusta?

 

Mucho. Kim Kardashian tendría envidia de ver como te queda a ti.

(Risas) No lo creo. No te creas.

 

Una lástima que no haya podido venir Eugenia Martínez de Irujo.

Sí.

 

Tú que eres amiga, ¿cómo está?

Pues fíjate, cuando uno pierde a una madre, cómo va a estar. Está como la habéis visto todos...
 

Y estas apoyándola.

Claro, como amiga que soy. Por supuesto.

 

La última vez que te vi, estabas sin amor... ¿Ahora?

¿Que no tenía amor? (Risas)

 

Bueno, tú me entiendes.

Que estaba sin pareja, te dije. No sin amor. Que no es lo mismo.

 

Entonces, ¿hay pareja?

Pues en eso seguimos igual. Sin pareja. Que a veces se lleva bien y a veces no. A veces se está sólo y se está bien.

 

¿Y cuándo se está bien solo y cuándo no?

Tampoco lo pienso mucho. Estoy entregada a mi disco, a mi trabajo y no tengo tampoco mucho tiempo para parejas. Esas cosas llegan, no hay que buscarlas.   

 

¿Ha sido un buen año?

Sí, dos años trabajando para el disco y en septiembre empezamos la grabación. Ha sido bueno. Y parece que termina también bien. Al próximo...

 

¿Qué le pides?

Siempre pido salud.