El pasado 13 de mayo se producía una noticia que ha supuesto un gran disgusto en el seno de la familia Osborne. Alejandra Osborne y Joaquín Buendía anunciaban que ponían fin a más de trece años de matrimonio. Quino, el apelativo cariñoso con el que le llaman, ha sido uno de los yernos favoritos de Bertín. De hecho, en uno de los programas de 'Mi casa es la tuya', dijo de él que es "más bueno que el pan". A pesar de que su hija mayor y el empresario hayan decidido divorciarse, parece que seguirá siendo una de sus personas favoritas.
Alejandra ha roto su silencio y ha explicado cómo se espera que sea el proceso de separación. Con la discreción y el talante de los que siempre han hecho gala, todo apunta a que se producirá sin tensiones. Al menos esa es la voluntad de la pareja, que no han dejado de quererse y respetarse, pero sí han visto lo mucho que se ha desgastado su relación. Y, como no, en todo momento están teniendo en mente que el bienestar de los tres hijos que tienen en común no se vea alterado. "Será un divorcio sin pelas ni juzgados. No quiero hablar sobre este asunto, pero solo diré que estamos muy bien los dos", ha afirmado la hija mayor del presentador a la publicación 'Corazón TVE'.
Justo cuando salió a la luz la noticia, fuentes cercanas a la pareja corroboró que su ruptura no había venido propiciada por terceras personas, además de confirmar el deseo de Alejandra y Joaquín de poner todo de su parte por tener una separación civilizada. "Quieren tener un divorcio amable y lo menos traumático para sus hijos. No van a disputarse ni echarse nada en cara, puesto que se quieren mucho más de lo que la gente imagina, independientemente de que como pareja hayan terminado", han asegurado.
Alejandra Osborne y Joaquín Buendía se casaron el 25 de octubre de 2003.