La polémica Aída Nízar no se da por aludida de las duras palabras con las que Sandra Barneda despidió el último debate de 'GH VIP'. La presentadora revelaba que “se han vivido momentos desagradables, dentro del plató y fuera del plató”, y se lamentaba: “Yo pensaba que no me encontraría con momentos tan lamentables como los que he vivido, cuando las cámaras no estaban, pero lo que no se ve, no se cuenta”.
Kiko Matamoros desvelaba después que Barneda se estaba refiriendo a la exconcursante, quien habría insultado a Nagore Robles, pareja de la presentadora, y se habría enzarzado en una desagradable pelea con gente del público. Sin embargo, tal y como ha contado en El Confi TV, Aída tiene una versión muy distinta a todos ellos.
La 'Gran Hermana' declara que Nagore "se llevó a plató a unas personas maleducadas que estuvieron insultándome, grabándome con teléfonos móvil, y mofándose de mí durante todo el dabate", hasta el punto de que el regidor del programa tuvo que intervenir. Ante la amenaza de que acabaran expulsados del programa, Sandra "intercedió" y acabaron cambiándoles de sitio. Para Nízar, la dura despedida de Sandra no podía ir entonces dirigida a ella. "Yo lo único que hice fue decirle a Nagore que sentía lástima porque no era tan feliz como yo", afirma.
La vallisoletana ha sido como una apisonadora y no solo ha hablado de Sandra y de Nagore. Su tercer objetivo ha sido Kiko Matamoros, de quien ha resaltado de nuevo "su doble rasero" y asegura que "ha mentido". "Por tener una silla, es capaz de hacer la pelota a su propio hermano", declara y considera que se contradice cuando aseguraba que "nunca había visto nada igual en un plató", cuando "es capaz de negarle un beso a su propio hijo".
Respecto a su intención de demandar a Mariano, marido de Irma Soriano, asegura que le "dio un manotazo, motivo por el cual no le dejan volver a entrar a plató y a mí sí", y razón por el que le ha demandado. Aída considera que Mariano "se siente avergonzado del paso de su mujer por 'Gran Hermano VIP", por lo que "se pierden los papeles". Aída define a la última expulsada como "una cizañera, cotilla y mala amiga. Es la gran estafa del concurso". Y hace un último alegato para defender 'su parcela': "Me he dejado la piel para volver y no pienso dejar que unos aficionados me borren del mapa televisivo en el que hago tanta falta".